Querido pueblo cruceño:
El destino de nuestro departamento siempre estuvo ligado a la tierra, los bosques con su flora y su fauna. Somos un departamento agropecuario que con el esfuerzo de nuestros abuelos y padres se desarrolló y modernizó; manteniendo una correcta relación con el esfuerzo de nuestros abuelos y padres se desarrolló y modernizó; manteniendo una correcta relación con nuestros pueblos indígenas, cuyas culturas son orgullo de todos los cruceños. Sin embargo, estos últimos años, nuestros bosques y reservas naturales están siendo destruidas por efectos de los incendios, la mayoría de ellos causados por grupos de avasalladores que siempre contaron con la protección de los gobiernos masistas. La destrucción sistemática de nuestros bosques ha sido parte del método de acoso del masismo contra el Modelo Productivo Cruceño, por eso nuestro pueblo se ha movilizado y tomado decisiones en los cabildos. Esta situación llegó a su punto más alto y peligroso el 2019, cuando se quemaron más de 4.200.559 hectáreas.
Cuando asumimos la gestión en el Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz, pusimos en marcha diversos planes para frenar los incendios. Asumimos una política de rechazo y resistencia a los avasallamientos impulsados por el MAS, y reorganizamos y modernizamos las estructuras institucionales para contar con más recursos financieros y humanos, para combatir los incendios. El resultado fue una merma constante del efecto de los incendios. En el primer año de gobierno, se redujeron notablemente las hectáreas afectadas: 2.859.945. El segundo año, la reducción fue más importante, 1.126.587 hectáreas. Y el tercer año, solo 748.156 hectáreas fueron afectadas por los incendios.
Debemos lamentar que con el golpe masista a la Gobernación, la situación haya dado un giro negativo. Estamos en el mes de agosto y hasta el momento los incendios han arrasado a más de un millón de hectáreas de bosques en nuestra tierra. Y no es solo el número lo que preocupa, sino la triste constatación de que no haya una respuesta institucional planificada y eficaz, para evitar que nuestros bosques sigan ardiendo. Hasta hoy he tratado de no referirme al funcionamiento interno de la Gobernación, pero dada la gravedad del caso y tratándose de la defensa de nuestros bosques y nuestra biodiversidad, me veo obligado a hacer pública mi voz. Ojalá la actual gestión, que a todas luces es un cogobierno entre el Vicegobernador y el masismo, asuman medidas urgentes y eficaces para evitar que los graves incendios sigan avanzando.
Luis Fernando Camacho Vaca Gobernador de Santa Cruz
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