Un video reciente muestra la denuncia de loteamientos ilegales en la zona, poniendo en riesgo el arroyo y el equilibrio ecológico debido a los asentamientos humanos que buscan imponerse sin control.
La creciente amenaza sobre las zonas aledañas a Santa Cruz la Vieja, en San José de Chiquitos, es un claro ejemplo del debilitamiento de las instituciones y de la falta de voluntad política para proteger el patrimonio natural y cultural de nuestro departamento. Un video reciente muestra la denuncia de loteamientos ilegales en la zona, poniendo en riesgo el arroyo y el equilibrio ecológico debido a los asentamientos humanos que buscan imponerse sin control.
Esta situación no es nueva, pero el grado de dejadez y la irresponsabilidad de la Gobernación cruceña ha alcanzado niveles alarmantes. Los incendios que devastan nuestras reservas forestales, así como los avasallamientos que parecen multiplicarse sin freno, son un reflejo de la incapacidad –o peor aún, de la indiferencia– de quienes deberían estar encargados de su protección.
El último Cabildo exigió la creación de una Guardia Departamental para defender nuestro territorio de estos atropellos, una medida que fue respaldada por la ciudadanía que se materializó en un proyecto redactado por el Dr. Luis Fernando Roca y presentado a la Asamblea por el Comité Cívico. Sin embargo, sorprende y desconcierta que el mismo Dr. Roca, ahora en su calidad de funcionario público, haya permitido que su propio proyecto permanezca archivado en su propio despacho, sin recibir el impulso necesario para su aprobación.
Es inaceptable que un proyecto de tanta relevancia, cuya implementación podría frenar la destrucción de nuestro entorno y la historia viva de Santa Cruz, esté «durmiendo el sueño de los justos». La ley para la creación de la Guardia Departamental, que ya fue enviada a su despacho (pues es asesor del Gobernador) para revisión del Ejecutivo, sigue estancada, sin ningún avance legislativo debido a la falta de un pronunciamiento ejecutivo.
El propósito de la Guardia Departamental es claro: protegernos de los avasallamientos y prevenir incendios forestales que están destruyendo nuestra riqueza natural. Pero, en lugar de actuar, nuestros líderes nos dejan en un estado de indefensión total. ¿Quién garantizará que se respete y preserve el Parque Nacional Histórico, la cuna de Santa Cruz de la Sierra? La desidia de nuestras autoridades ha abierto la puerta al caos y a la degradación de un legado invaluable. Ya es hora de que asuman su responsabilidad antes de que sea demasiado tarde.
ppDRtv
Fuente: Nadia Beller