El dedo que apunta. La mirada de furia. Es el presiente de la FBF. La selección se desinfla, el hincha se enoja. El entusiasmo se ha convertido en bronca. Y la violencia hoy tocó la puerta.
Hoy Fernando Costa se defendió de los insultos, en plena tribuna, cuando todos estaban ahí con el enojo a mil, las pulsaciones a un millón y la decepción apuntando al infinito.
Fernando estuvo a punto de irse a los golpes. Su hijo Andrés saltó en su defensa. Los dueños de la bronca les gritaban de todo. Los policías intentaban evitar el desborde. Y la desgracia.
Fue un espectáculo triste. Como triste es este momento de nuestro fútbol, que apuntó alto y se está estancando en medianías.
No estanos eliminados. Pero ya necesitamos sacar la calculadora. Y esto se trata de fútbol. No de matemáticas.
Fuente: Pepe Pomacusi Periodista