Ella denuncia. Él le tiró el celular a la cara. No debe ser fácil salir a dar la cara. Vienen el qué dirán de tu familia, de tus amigas, de tus amigos, de tu barrio, de la gente de tu entorno, de todos.
Cuando una mujer denuncia violencia en su casa es muy probable que sea porque que ya aguantó demasiado y ya no puede más.
La violencia familiar no tiene clase social. Ni oficio ni profesión. Arruina la vida del agresor, lástima la vida de la víctima, deja huelas en las familias.
Se puede evitar.
Si te criaste en un ambiente de violencia no estás condenado a ser violento. Puedes romper el círculo. Puedes buscar ayuda.
No seas el próximo y no generes a la próxima víctima.
Fuente: Pepe Pomacusi Periodista