El rey, la espada, el palacio, la ceremonia, los honores, el reconocimiento, la trayectoria, el esfuerzo y los logros de un hombre que hoy se convierte en Caballero de la Corona Británica y que a partir de ahora será llamado Sir.
Es un honor, no es un título que lo convierte en noble. Es un orgullo, no implica un cargo, tierras, posesiones ni nuevos ingresos a cuenta de la corona.
Pero Claro, es David Belckham, un grandísimo jugador, un marketinero total, el dueño del equipo donde juega Messi y por supuesto que él hará rentable este su tan bien merecido reconocimiento.
La historia de Beckham es ejemplar. Pasó de chico guapo y desconocido a máximo ídolo e ícono del fútbol inglés. Y de ahí pasó a villano máximo cuando se hizo expulsar y perjudicó a su selección que quedó afuera de un mundial. Parecía su fin. Y se reconstruyó a base de esfuerzo, perseverancia y mucha valentía. Volvió a conquistar el co
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Fuente: Pepe Pomacusi Periodista
