Rodrigo está decepcionado de Edmand. Y Edmand está decepcionado de Rodrigo. “Yo no dialogo por tiktok”, dice el presidente.
Hoy ni Edmand toma el celular para llamar a Rodrigo ni Rodrigo llama a Edmand.
Hoy están sin ganas de escucharse.
Se han decepcionado recíprocamente. Han quedado sin ganas. Hoy lucen rendidos ante sus decepciones.
Rodrigo cree que Lara siempre sale con algo raro. Que dice una cosa y hace otra. Lo encuentra desconcertante. Quisiera gobernar con él. Pero ve que Lara es difícil e impredecible. No quiere hablar.
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Edmand cree que Rodrigo no excluyó. Que no lo tomó en cuenta. “Nos han desconocido”, dijo. Edmand piensa que Rodrigo ganó gracias a él, se ha apropiado de su triunfo y quiere gobernar sin él. Está dolido. No quiere hablar.
Rodrigo hace una declaración diplomática, pero hasta ahí nomás.
“Las puertas del diálogo siempre están abiertas con todo aquel que quiera hablar”, dice.
Pero no pone fecha, lugar, ninguna precisión. Rodrigo siente que hoy no tiene ganas. Está decepcionado de su acompañante de fórmula.
Edmand no retrocede en su flamante y sorprendente posición opositora. La intensifica. Descalifica al viceministro de Deportes, al ministro de Gobierno, dice que “la mayoría de los ministros son corruptos” y que “Rodrigo es mentiroso”.
En 15 días la relación se deterioró al extremo. Hoy la situación es crítica. Y si se siguen mandando mensajes por tiktok o por los medios, el conflicto va a escalar, los verbos se van a tornar incendiarios, las decepciones se van a incrementar y el colapso va a ser total.
Tiene que aprovechar este domingo. Hoy alguien tiene que hacer un intento mayor. Alguien tiene que llamar. Hoy se tienen que juntar.
No pueden empezar su tercera semana asustando a la gente que confió en los dos. No puede mirar impávidos como la esperanza se está volviendo miedo.
Edmand está decepcionado de Rodrigo. Rodrigo está decepcionado de Edmand. No hagan que el país se decepcione de los dos.
Fuente: Pepe Pomacusi Periodista