El nuevo comandante nacional de la Policía, Gral. Mirko Sokol, lanzó un mensaje contundente: se acabaron las coimas y las supuestas multas improvisadas para conductores en estado de ebriedad.
Sokol fue claro y directo: desde ahora, la única sanción será la suspensión de la licencia por un año. Nada de “artículo 1.000”, “artículo 2.000” o “artículo 3.000 bolivianos”, frases usadas como códigos para exigir sobornos que, según él, ya no tendrán cabida en la institución.
El jefe policial advirtió que los malos funcionarios que continúen cobrando coimas serán dados de baja sin contemplación.
En su discurso, Sokol aseguró que en 32 años de servicio jamás recibió un peso de soborno y que incluso se moviliza en minibús, reafirmando su compromiso de impulsar una Policía honesta, transparente y libre de corrupción.
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Fuente: Periodismo Somos Todos