Esta mañana se registraron largas filas en la distribuidora de gas “La Cruceñita”, en la zona del Plan 3.000, donde decenas de vecinos aguardaban por la compra de una garrafa. Los usuarios denunciaron que algunas personas estarían acaparando entre tres, cuatro y hasta cinco cilindros por persona, lo que habría provocado que el suministro no alcance para todos.
Según los testimonios, estos compradores adquieren gas en grandes cantidades para luego revenderlo en los barrios a un precio más elevado. Además, aseguran que los camiones distribuidores no están llegando con regularidad a las zonas alejadas, lo que incrementa la demanda y genera mayor molestia entre la población.
Los vecinos piden controles a las autoridades para evitar el acaparamiento y garantizar una distribución equitativa del GLP.
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Fuente: Periodismo Somos Todos
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