Los datos presentados son objetivos y nos pueden decir que es lo que estamos viviendo sin crear psicosis ni falsas realidades.
Los datos nos muestran un alto contagio y una baja letalidad, por lo tanto, lo más probable es que la variante del Covid-19, Ómicron, ya se encuentre en Santa Cruz y a pesar de esta baja letalidad el cuidado no puede ser relajado ni mucho menos olvidado.
Los números que se presentan a continuación son obtenidos de los reportes oficiales del SEDES de la Gobernación, día a día, con el objetivo de obtener indicadores propios que nos permitan entender la situación, ya que lo que no se mide no se controla y lo que no se controla, no se puede mejorar. Los datos de descartados, para calcular la positividad, se obtienen de las conferencias de prensa y se verifican con los valores nacionales del Ministerio de Salud
Si bien es cierto que Santa Cruz presentó los días 28 y 29 de diciembre positividad del 43% y 47% respectivamente, pero, también es necesario aclarar que, en enero de este año, los días 1, 3, 18 y 20 se tuvieron positividad de entre el 54% y el 79%. El año pasado, 2020, existieron varios días con positividad del 100% incluso, semanas que promediaron 75%. El mes de julio del 2020 Santa Cruz promedio 62% de positividad.
En el gráfico se observa, en línea azul, que durante la primer y segunda ola se realizaban muchos menos test que los realizados en la tercera y cuarta ola; también se observa, en línea roja, que la positividad se ha ido incrementando este tiempo, pero, aun a valores inferiores que los de las anteriores olas.
Algo a destacar, es que esta cuarta ola, que empezó el 1 de octubre y escaló lentamente durante dos meses hasta dispararse en diciembre, es la baja letalidad. Luego de tres meses de ola, aún vigente, los decesos no se han disparado, esto se observa de manera clara en el siguiente gráfico de dos ejes que muestra el contagio en línea azul y los decesos en línea roja.
En la primera ola, los contagios y decesos subieron al mismo tiempo, y los decesos bajaron recién tres meses después de los contagios. En la segunda ola los decesos subieron y bajaron 3 semanas después. En la tercera ola fueron dos semanas después. En esta última y cuarta ola, con casi 3 meses de desarrollo, siguen sin disparar los decesos, aunque estos existen, sin importantes por el valor que tenían esas vidas perdidas y no se puede negar.
En el siguiente cuadro podemos ver, en números, la evolución de la pandemia en el departamento. Destaco que, en junio del año pasado y enero de este, cuando se alcanzaron los picos anteriores, la positividad fue superior en promedio a la que tenemos este diciembre. Destaco también que la letalidad promedio del mes, sigue en descenso y por tercer mes consecutivo es inferior al 1%.
La letalidad disminuye, gracias a dos factores relevantes: las vacunas y la evolución favorable para nuestros intereses de la enfermedad, que puede volverse más contagiosa por fines reproductivos, pero menos letal para poder cumplir ese fin.
Si vemos el contagio desde el 15 de septiembre, la escalada ha sido lenta hasta el 20 de diciembre, donde si ocurre un disparo inusual del contagio.
Ómicron es la última variante, la cual es menos letal en personas vacunadas según los especialistas. En Santa Cruz aún no ha sido detectada oficialmente, ya que carecemos de los laboratorios que puedan hacer ese estudio, pero el comportamiento de la curva este último mes y la caída de la letalidad indican a que sí.
Los datos nos muestran un alto contagio y una baja letalidad, por lo tanto, lo más probable es que Ómicron ya se encuentra en Santa Cruz y a pesar de esta baja letalidad el cuidado no puede ser relajado ni mucho menos olvidado.
La responsabilidad en esta pandemia es sobre todo individual y no se puede pretender que el Estado nos cuide cuando nosotros mismos no podemos cumplir las mínimas medidas de seguridad. Es posible que esta ola, aunque no sea la última, sea la que nos permita finalmente aprender a lidiar con la pandemia.
Ing. Dante Andrés Pucci Vespa
Via: eju.tv
Fuente: Detrás de la Verdad