Tras los dichos polémicos de la escritora alteña, la reacción un artículo Imperdible

Tras los dichos polémicos de la escritora alteña, la reacción 🔥 un artículo Imperdible
NARRACIONES ALTEÑAS

Opinión 🛑
Eduardo Bowles desde su face

Ignoro la calidad literaria de la escritora alteña Quya Reyna, cuyo primer libro “Los hijos de Goni” fue presentado recientemente en Santa Cruz. Pero a juzgar por las declaraciones que hizo en un evento en el que estuvo presente, creo que todavía le falta mucho por entender de qué se trata el oficio de escritor y, sobre todo, cuál es el aporte que puede hacer como intelectual para comprender la realidad nacional.



Con el mismo resentimiento que caracteriza a muchos de los que, desde el ande, se refieren al oriente boliviano y en especial a nuestro departamento, Quya Reyna dijo que “La Santa Cruz colla, morena e india va a desplazar a la élite cruceña”.

Obviamente, cuando se refiere a “élite” no habla del pequeñísimo porcentaje de ricos o millonarios que hay en la región, tal como lo evidenció el reciente impuesto a la riqueza, que demostró que los potentados y “oligarcas” son apenas un puñado de individuos. Ella habla de todos los cruceños, de la inmensa clase media, de los “blancos” y en especial, de los que no son aymaras “de pura raza” como ella y que han contribuido al éxito económico de esta región, que despierta tanta envidia, tal como se puede deducir de sus palabras.

En ese sentido, su comentario es tan racista y tan odiador como el de cualquiera de los dirigentuchos que suelen propalar insultos en las plazuelas de El Alto y que hablan así porque son víctimas de la manipulación de sus jefes. Al menos ellos no han leído jamás un libro y no presumen de ser escritores.

La narradora tiene además la misma visión de los neocolonialistas que pretenden “aymarizar” el país por medio de los avasallamientos de tierras, a través de la destrucción de los parques, los incendios forestales y la invasión de cocales. La inmensa mayoría de los inmigrantes que llegan a Santa Cruz o que se van en distintas direcciones, incluyendo la Ciudad de El Alto, no tienen afanes conquistadores, ellos no van a sentar soberanía, a desplazar a otras culturas y pueblos ni a arrasar con lo que consideran inferior, como supuestamente lo hicieron los europeos del Siglo XVI. Ellos salen de sus pueblos en busca de mejores oportunidades, para saciar el hambre de alimento y de libertad que padecen por culpa de viejas estructuras de poder que ella como escritora debería denunciar.

La escritora muestra a sus hermanos aymaras como si fueran hordas invasoras que vienen a ejercer la dominación y con eso los insulta, pues lo que vemos todos los días en las calles, en las ciudades y en el campo es que ellos vienen a integrarse pacíficamente, a aportar y dejar su impronta cultural en cada lugar. De cualquier forma, celebramos que El Alto ya tenga una escritora que se atreve a pensar, pero ojalá que en el futuro lo haga por su cuenta. Esperemos que venga seguido a Santa Cruz, pues la mejor cualidad que debe tener un autor es la capacidad de observación.

Fuente: Ayyy Don Este