Por: Eduardo Del Castillo
En el interior de cualquier partido político existen diversas corrientes políticas que convergen y divergen, sin embargo, eso no quiere decir que tal partido o agrupación política se encuentra dividido o escindido, al contrario, eso es demostración de vitalidad en el interior del partido, y eso precisamente está sucediendo en el interior del Movimiento Al Socialismo.
Quiero comenzar esta explicación usando a uno de los grandes teóricos del marxismo, el fundador de la Revolución China, Mao Tse Tung. Él decía -siguiendo el pensamiento de Karl Marx y la dialéctica como método de análisis social- que: “la contradicción es la base de las formas más simples del movimiento”, o sea, que sin contradicción no hay movimiento y sin movimiento, por consecuencia lógica, no hay vida, porque el ser humano, y cualquier sociedad, está constantemente en movimiento como su forma de estar en el mundo.
De la misma manera, el gran amigo de Karl Marx, Federico Engels aseveró que “el movimiento mismo es una contradicción”, esto quiere decir que la interdependencia y la lucha entre contrarios, en lugar de ser algo perjudicial o algo dañino, es la evidencia de que hay vida y de que hay desarrollo, como decía Mao Tse Tung: “no hay cosa que no contenga contradicción; sin contradicción no existiría el mundo.”
De todas maneras, quedarnos ahí sería sencillo y poco analítico, lo que debemos hacer es profundizar la teoría de las contradicciones y de la dialéctica llevándola a un plano que nos permita abordar la realidad de la manera más prístina posible, para ello debemos aclarar que no existe un solo tipo de contradicción, sino que existen diversas formas complejas de contradicciones; en este sentido, hablamos de la existencia de una contradicción principal (o primaria en algunos textos se denomina así), y una contradicción secundaria o particular.
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La contradicción principal es la que influye y condiciona todas las otras contradicciones, es la contradicción determinante, por ejemplo, en el capitalismo la contradicción es: capital vs trabajo (o en términos políticos burguesía vs proletariado), pero eso no quiere decir que no existen otras contradicciones, como, por ejemplo, las que se dan entre obreros vs campesinos, o mineros vs fabriles o incluso mineros asalariados vs mineros cooperativistas, etc.
Con eso aclarado, en el MAS tenemos una contradicción principal que es la lucha contra el imperialismo; los masistas somos por definición antiimperialistas, y los imperialistas (o apologistas del imperio) son por definición antimasistas, y eso condiciona a todo el MAS y nos une como bloque popular, como Gobierno y como partido, sin embargo, eso no excluye que existan contradicciones secundarias que se den en el interior del bloque popular, a estas contradicciones el ex vicepresidente Álvaro García Linera las denominaba las “tensiones creativas” y Mao Tse Tung las “contradicciones en el seno del pueblo”, y son las que permiten dar vitalidad al instrumento político.
El reto radica en que, como militantes del Proceso de Cambio sepamos anteponer siempre la contradicción primaria y principal y tener un adecuado tratamiento de las contradicciones internas o secundarias. La contradicción principal (imperialismo vs nación oprimida) es antagónica y las otras contradicciones en el interior del movimiento político revolucionario, en este caso el MAS, no son antagónicas, eso debemos tener en cuenta.
Usando esta misma metodología de análisis, podemos ver que, en la oposición, no existen contradicciones internas que le den vitalidad, tampoco se puede visualizar una contradicción principal (fuera de su antimasismo recalcitrante), lo que explicaría su extravío en la vida política del país y además su necesidad de estar siempre al pendiente de lo que sucede en el interior del MAS y ni siquiera proponer un proyecto de país o de gobierno al pueblo boliviano.
No podemos, desde ningún punto de vista, dejar de lado esto, porque alejarnos de este marco analítico posibilitaría tomar decisiones de manera equivoca y pensar que las contradicciones secundarias son primarias, o viceversa, lo que podría traer fácilmente problemas al interior del bloque popular y de nuestra Revolución Democrática y Cultural, empero, considero que -como en el pasado-, hemos superado lides de esta naturaleza, y lo vamos a seguir haciendo, porque el MAS no es solo un partido político, es el instrumento político de lo nacional popular y eso lo hace invencible.
(Eduardo Del Castillo es Ministro de Gobierno)
Fuente: Detrás de la Verdad