Guerra de tuits y accidentes de tránsito
La interna del oficialismo cruzó una línea roja en la semana que acaba de pasar. La guerra de tuits entre Evo Morales e Iván Lima fue seguida por advertencias emitidas desde la dirección del MAS, que hacían responsable al ministro de justicia por lo que pudiera pasarle al ex mandatario. Dos días después, Lima sufrió un accidente de tránsito y el presidente Arce tuvo que ir al Chapare a contener la disputa.
Las versiones oficiales dicen que no se habló de política en el encuentro Arce-Morales, sino solamente de gestión para los municipios del Trópico de Cochabamba. Sin embargo, parecen haberse dado al menos dos concesiones al ex presidente: un acuerdo para reelegir a Andrónico Rodríguez al frente del Senado y la vuelta al mecanismo de pago del Bono Juancito Pinto tal como se ejecutaba en la era evista. Pero la discusión sobre el cambio de ministros (Del Castillo y Lima) estaría prorrogada, teóricamente hasta el 28 de octubre, lo que probablemente signifique de manera indefinida.
Mientras tanto, se activó la maquinaria arcista en El Alto. La alcaldesa Eva Copa denuncia una “dictadura interna en el MAS que afecta a Bolivia” y afirma que “El Alto se va a tener que poner fuerte”. También se reunió la Asamblea de la Alteñidad, desde donde advirtieron al Chapare que “no moleste al presidente Arce”.
El problema de la fórmula partidaria con la que podría concurrir el primer mandatario a los comicios del 2025 tuvo un nuevo giro, con el aparente ofrecimiento de Jhonny Fernández de la sigla de UCS, muy comentado en privado pero negado en público.
Presión contra el movimiento cívico
El presidente cívico cruceño, Rómulo Calvo, sufrió un endurecimiento de su detención domiciliaria, tras el retraso del vuelo de la estatal BoA que lo regresó desde el Cabildo de Cochabamba. Esto no amilanó al Comité Pro Santa Cruz y los preparativos para el paro indefinido continúan. El politólogo José Orlando Peralta dijo en las redes sociales que “el gobierno le está construyendo alas políticas a Calvo”.
Una reunión en Santa Cruz sobre el Censo, organizada por el INE y el Ministerio de Planificación, tuvo como único interlocutor al alcalde cruceño. Pero el gobierno no tuvo siquiera la flexibilidad para hacerle algunas concesiones a su nuevo aliado, quien pedía “acortar plazos” para el Censo. Le respondieron que eso “podría afectar la calidad de los resultados”.
Desde otros puntos del país se han dado señales de acompañamiento a la medida que prepara el departamento de Santa Cruz y el rector de la UAGRM aclara que lo único que podría desactivar el paro sería la abrogación del decreto que postergó el Censo para el 2024. Desde el gobierno se echa más leña al fuego y se dice que los primeros resultados estarían disponibles recién para agosto del 2025 y los finales para el 2026.
Más persecución judicial
Los 40 años de democracia en Bolivia coincidieron con nuevas arremetidas de persecución política-judicial, con el encarcelamiento de la ex alcaldesa alteña, Soledad Chapetón, y más detenciones de la dirigencia de Adepcoca.
También se dio la resolución de un magistrado que desconoció el carácter de ex presidente constitucional de Jeanine Añez, enviando el caso EBA a un proceso ordinario. El ministro Iván Lima acotó que la decisión “aún no es definitiva” y el Defensor del Pueblo recibió a la hija y los abogados de la ex mandataria.
Diplomacia errática
La política exterior boliviana sigue dando bandazos. La Cancillería no acompaña las medidas internacionales contra Rusia, a pesar de que la mayoría de los bolivianos indica –encuesta mediante– que la invasión a Ucrania es “un crimen contra la humanidad”.
Pero el papelón mayor fue el de la embajadora del Estado Plurinacional en Irán, quien criticó las manifestaciones de mujeres contra el hiyab obligatorio y respaldó al régimen teocrático. La vergüenza fue tal que la representante diplomática tuvo que ser llamada a Bolivia e incluso varias diputadas del MAS cuestionaron su actuación.
Fuente: Emilio Martínez – publico.bo