¿Costo por el paro o por el cerco?
El ministro Marcelo Montenegro incurrió en la contradicción de cuestionar las pérdidas “causadas por el paro” y al mismo tiempo justificar el cerco a Santa Cruz como “una respuesta”.
Lo cierto es que el cerco potenció las pérdidas en una medida que sólo se podrá conocer a través de cifras independientes, habida cuenta de la parcialidad política con la que está manejando el tema el Ministerio de Economía. Además, esa cartera sería corresponsable de los daños, a raíz de la decisión de prohibir exportaciones de varios productos agropecuarios.
Desde la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) se advierte que los efectos del cerco no sólo serán inmediatos sino también de “mediano plazo”. El presidente de la entidad, Oscar Mario Justiniano, dijo que la muerte de un millón de pollos en los bloqueos carreteros afectará al abastecimiento en ese rubro por casi dos meses.
Por su parte, el vicepresidente de la CAO, José Luis Farah, alertó que el desabastecimiento de combustible incidirá sobre la siembra y “vamos a tener, de repente, menos rendimiento en la producción el próximo año”.
Falencias de YPFB en el abastecimiento
A las movilizaciones de bloqueadores debe sumarse como parte del problema a YPFB, que mantuvo al Parque Industrial cruceño sin gas por una semana, obligando a varias fábricas a permanecer cerradas.
La petrolera estatal también tuvo actitudes dudosas ante los cercadores que impedían la salida de camiones cisterna con combustible, quienes fueron refugiados en instalaciones de la empresa cuando grupos de vecinos acudieron a desbloquear la refinería de Palmasola.
Imagen internacional
Desde la Cámara Nacional de Industrias (CNI), su presidente Pablo Camacho remarcó la preocupación por el daño de imagen internacional que está teniendo Bolivia con el presente conflicto, en “un momento en el que todos los países están buscando el mejor escenario para atraer inversiones”.
El dirigente empresarial hizo un llamado a que se flexibilicen las posiciones: “Estamos con la esperanza de que en las próximas horas se llegue a un acuerdo. Pedimos a las partes en conflicto que negocien, estamos reconstruyendo el aparato productivo boliviano como lo está haciendo el mundo”.
Alta deuda pública
Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), elaborado con datos del 2021, señaló recientemente que Bolivia es el tercer país más endeudado de la región, en un 86,1% en relación a su PIB, sólo por detrás de Brasil (91,9%) y Venezuela (307%).
Desde el gobierno boliviano se procuró desmentir esta cifra, indicando que la deuda pública sería del 44,4% en relación al PIB. Sin embargo, un informe del Banco Mundial (BM) de abril de este año indica que para el 2022 la proyección de crecimiento de la deuda pública sería cercana al 80%, número bastante similar al manejado por el FMI.
Oro sin monopolio
Los mineros auríferos consiguieron arrancarle al gobierno central condiciones más liberales que las que rigen para muchos otros sectores del país. Es lamentable que para esto hayan tenido que recurrir a manifestaciones en la ciudad de La Paz, con cierto grado de violencia, en lugar de ser fruto de una visión amplia en la política económica gubernamental.
En materia impositiva, el sector logró limitar su tributación al 4,8%, pero además frenó el monopolio en la compra (monopsonio) del oro por parte del BCB, como pretendía un proyecto oficial. Ahora, el Banco Central tendrá que competir por la compra con otros actores, ofreciendo mejores condiciones.
Más cuestionable es la autorización que habrían conseguido los cooperativistas del oro para operar en áreas protegidas, tema que ya comienza a despertar un debate nacional.
Fuente: Emilio Martínez – publico.bo