El Modelo Económico, el sello de la política exterior de Bolivia

El presidente Luis Arce Catacora en la Escuela Jackson de Asuntos Globales. Archivo.

El presidente Luis Arce Catacora en la Escuela Jackson de Asuntos Globales. Archivo.

La Paz, 07 de noviembre de 2022 (ABI). – “Los números son muy impresionantes”, resume Lorenzo Caliendo, vicedecano de la Escuela Jackson de Asuntos Globales, de Yale University, de Estados Unidos, luego de escuchar al presidente Luis Arce Catacora.

Era el 21 de septiembre de 2022. El presidente llegó hasta el auditorio de la Escuela Jackson de Asuntos Globales, invitado para presentar la conferencia: «Economías emergentes en América Latina: Modelo Económico Boliviano».



Caliendo, que ha conocido por los medios de comunicación el exitoso avance de la economía boliviana con “menos inflación y más ingresos que vienen de los recursos naturales”, quiere encontrar una respuesta a la inquietud que él y cientos de economistas se formulan: ¿es sostenible el modelo boliviano?

“Tenemos garantizado el crecimiento porque hemos incrementado la producción”, responde en un fluido inglés el dignatario boliviano.

Ese es uno de los pilares del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), que en estos dos años se ha convertido en el sello de la política internacional de Bolivia.

Elogiada en varios escenarios del contexto global, el modelo boliviano tiene la finalidad de beneficiar a la población con la redistribución de los ingresos por parte del Estado.

Y para concretar esa política de redistribución de ingresos, una de las primeras medidas que puso el pilar fue la nacionalización de los hidrocarburos (2006) que, además, revirtió drásticamente la economía boliviana.

De acuerdo con datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, desde el 2006, Bolivia recibió por concepto de renta petrolera alrededor de $us 50.000 millones.

Esos recursos permitieron ejecutar proyectos de salud, educación y de otros sectores; además, posibilitaron financiar programas y bonos sociales como la Renta Dignidad, el Bono Juancito Pinto, el Bono Juana Azurduy y otros, que se enmarcan en la política social de distribución de la riqueza.

Al mejorar los ingresos de la población, los indicadores en pobreza y esperanza de vida también progresaron.

De hecho, en junio de este año, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) proyectó que Bolivia será el país que más reducirá la pobreza extrema en Sudamérica este 2022.

Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, a mayo de este año, la pobreza moderada se redujo de 39,0% en 2020 a 36,2% en 2021; mientras, que la pobreza extrema cayó de 13,7% a 11,1% durante el período señalado.

En el país, la tasa de desempleo abierto urbano se redujo de 8,1% en marzo de 2021 a 5,3% en el mismo mes de 2022, gracias a las medidas aplicadas por el Gobierno nacional, como el Bono Contra el Hambre, que llegó a beneficiar a más de cuatro millones de personas.

Este conjunto de medidas permitió, además, que la esperanza de vida en la población boliviana pase de los 64 años, en 2005, a 73 años en 2019 y a 74 años en 2021, destacó Arce el 5 de septiembre de este año durante una conferencia del modelo económico boliviano y sus resultados en el Centro Cultural Mídia Ninja de São Paulo, Brasil.

Defensa de la mujer

Además del modelo económico, el presidente ha hecho de la defensa de los derechos de la mujer uno de los ejes principales de la política internacional.

Durante su participación en el 77 Periodo de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, basado en la experiencia boliviana, Arce propuso declarar el Decenio de la Despatriarcalización para Luchar Contra Toda Forma de Violencia Hacia las Mujeres y Niñas, teniendo en cuenta la discriminación por razones de género que sufren las mujeres y niñas.

Dijo que “urge un proceso profundo de trasformaciones políticas económicas, sociales y culturales desde una perspectiva comunitaria orientada hacia la construcción de relaciones recíprocas por una vida libre de toda forma de exclusión, dominación, explotación, discriminación y violencia”.

La propuesta se basó en las acciones asumidas por su administración que declaró este 2022 como el Año de la Revolución Cultural para la Despatriarcalización por una Vida Libre de Violencia Contra las Mujeres, para impulsar políticas orientadas a fortalecer marcos normativos y a atacar las causas estructurales de la violencia desde la educación, el fortalecimiento de la autonomía económica de las mujeres y a través de procesos culturales.

Anoticiada de la propuesta, la directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, María-Noel Vaeza, se declaró contenta por el interés del mandatario boliviano de “eliminar el patriarcado”. Señaló que “Bolivia ha sido el único país en la Asamblea de la ONU que lo propuso”.

Recordó, además, que “Bolivia es uno de los países que tiene mayor participación de la mujer en la política, llegó a la paridad en el Senado” y aseguró “que la paridad es el principio que debemos seguir”.

Mayor integración

A la par de estos preceptos que impulsa a escala global, Arce ha fortalecido los vínculos con las naciones vecinas, como Chile, Colombia, Perú y Argentina, pero también con Estados de Europa como España.

En el marco de su viaje a Colombia por la posesión del izquierdista Gustavo Petro, Arce se reunió con sus homólogos de Argentina, Alberto Fernández, y de Chile, Gabriel Boric.

Los encuentros sirvieron para consolidar diversos acuerdos en distintos campos y fueron calificados de “positivos” por el jefe de Estado boliviano.

Con el presidente Boric se acordó encaminar un inédito pacto para “hacer más ágil» el libre tránsito boliviano por territorio chileno, como lo establece el Tratado de 1904, y en esa línea decidieron fortalecer el comercio por el Puerto de Arica, principal vía de importaciones y exportaciones nacionales.

“Impulsaremos procedimientos para hacer más ágil el libre tránsito, fortalecer el comercio por el Puerto de Arica”, destacó el presidente boliviano en un mensaje en su cuenta en Twitter y en el marco de la determinación bilateral de reactivar la Hoja de Ruta pactada el 2021 en La Paz, con el fin de construir una agenda de confianza mutua.

De igual manera, Arce aprovechó su visita a las Naciones Unidas, en septiembre, para reunirse con el presidente de España Pedro Sánchez.

En la ocasión conversaron sobre un futuro encuentro de la Unión Europea (UE) con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en 2023, con el objetivo de generar un diálogo para el bienestar común de los países.

Jfcch/Afbs


Fuente: ABI