Un dia como hoy después de larga travesía plantó Cristobal Colón la Cruz en las playas del Nuevo Mundo. Con el vino el vino y el alfabeto y la rueda. Con las carabelas llegó el monoteísmo, la palabra de Cristo la comedia y la tragedia griega y toda la cultura clásica. También llegaron las lenguas romances y las lenguas germánicas. Llegó el cucharón y el arcabuz, una rica culinaria y nuevos alimentos. Pero sobre todo llegó la integración al mundo de estas ubérrimas tierras despobladas y sin dueños.
Ya sea en carabela por el Atlántico, en canoa desde la polinesia o caminando por el estrecho de Bering todos somos advenedizos en America. El derecho del que llegó primero es un falso argumento porque no conocemos el verdadero orden de llegada y bajo el argumento de que la tierra es de quien la trabaja aquí apenas había tierra trabajada, menos aun poseída , estaba incipiente y esporádicamente ocupada.
Celebro lo bueno y omito sin rubor lo malo. Encarar culpas y pedir cuentas por los males les daría derecho a los “europeos” a cobrarnos por la rueda, la penicilina, el viagra, las vacunas, el avión y la salvación del alma. Y si bien no cobramos, tampoco somos deudores. Todo en aras de llevar la fiesta en paz con el mundo y con nosotros mismos.
Somos los que somos con lo que tenemos y de nada sirve cobrar facturas adeudadas por quienes vivieron siglos atrás si además nunca tendrán juicio imparcial porque la historia está escrita bajo la influencia del signo de los tiempos, la ideología y lo políticamente correcto.
Por eso celebro en lugar de rasgarme las vestiduras y ser bardo de lastimeros llantos que solo desnudan complejos e imposibilidades. Celebro la America hispana, el rico mestizaje, la alegría de habitar, a la gente que me rodea, los paisajes que miro y las herramientas de que dispongo. Bienvenido nuevamente Cristobal Colón y gracias por lo que nos has traído.
ppdRtv
