Ayer en plena cesión del Concejo, saltó a luz que todos los requerimientos y peticiones de informe que se habían realizado para que el Mario responda sobre el descubrimiento de la transformación de oficinas municipales en un «bunker», se habían desaparecido por arte de magia.
El perro le dijo al gato, el gato le dijo al ratón, el ratón le dijo a las moscas y nadie sabía nada.
Es nomaj, por donde se lo mire, una política de encubrimiento para no tocar a quienes saben lo que pasó durante los días de paro cívico.
El CENTELLAS afirmó en una entrevista a El Deber, que un concejal había sido responsable del bunker y hasta afirmó que tenía las imágenes de lo sucedido.
Sin embargo el CENTELLAS le tiró el fardo a la FISCALÍA y a la oficina de Transparencia Municipal.
En dicha entrevista (septiembre / 2022), el Mario dijo que le había llegado una Petición de Informe Escrito (PIE), y que todavía estaba en plazo para enviar la respuesta al Concejo.
Ahora resulta que nadie sabía nada, pero por suerte existen los archivos para recordar y respaldar la denuncia de los encubrimientos municipales.
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Fuente: Ayyy Don Este