Alejandra Hidalgo es la viceministra de salud que se ha trasladado a Santa Cruz para buscar soluciones a la desastrosa gestión de la epidemia del dengue que ha cobrado la vida de más de 30 personas entre ellas 17 niños. Llegó a la ciudad con dos meses de retraso y cuando el número de pacientes ha comenzado a bajar, aunque siguen las penurias de los afectados, que no hallan lugar en los hospitales, no consiguen medicamentos y se los obliga a pagar el tratamiento. Hidalgo llegó justo cuando se produjo la muerte de un niño picado por un alacrán. No hubo forma de salvarle la vida al chico, pues en toda Bolivia no había ni una sola dosis de antídoto para contrarrestar el veneno. La funcionaria dijo que no tienen ese remedio porque los alacranes son bichos muy raros que casi nunca ocasionan problemas. Dos días después de su llegada, dice que la casa que ocupa está “inundada” de estos insectos y cree que hay una mano negra detrás de esa invasión. Ya que es tan experta en bichos raros, debería contarles el mismo cuento que usó con la familia de ese pobre niño. Eduardo Bowles
Fuente: Eduardo Bowles