Me escriben y me dicen “Pepe, Virginio es un vulgar, todos lo conocemos en Tarija”. Yo les respondo, no pueden decirle que es vulgar, no pueden hacer una descripción tan incompleta de él.
Me dicen, “no le le respondas, no puedes bajar a su nivel, te está usando para existir”. Agradezco el consejo.
“Mira lo que hizo en Tarija, ve lo que hizo en Yacuiba, entérate de sus negocios con alcaldes masistas de provincias, los negocios que concretaba su familia jugando básquet con Evo, el tema del pavimento, los negocios que hizo con el gobernador masista Lino Condori”, un largo etcétera. Creo que todos lo conocen y no hace falta escarbar más. Por eso sacó los votos que sacó cuando fue candidato de uno de los partidos más gloriosos de Bolivia y lo puso en el ridículo más grande de su historia.
“No te ensucies respondiéndole”, me dicen. Pero algo hay que decirle, aunque uno se pringue algo con la m… de la que está lleno, de esa que le rebalsa por la boca y le brota por todos los poros. Vale la pena responderle algo, ya insultó mucho a muchos durante mucho tiempo sin que nadie le responda.
¿Qué decirle?
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Decirle vulgar a Cloaca Lema es un piropo, describirlo
con cierta misericordia es decirle que es una repugnante cloaca humana.
Nunca tuvo brillo ni triunfos, no tiene laureles que mostrar, solo le queda envidiar a los que con trabajo hemos llegado a ser y conseguir lo que él no ha podido. No tiene currículum, tiene prontuario. Cloaca Lema ha fracasado donde se ha metido, su paso por algunos medios marginales ha sido un fracaso, el periodismo le quedó grande y sin méritos para ejercerlo con solvencia se limitó a exprimirlo económicamente usando la política, en medios sin relevancia que ya ha cerrado.
Cloaca Lema ha hecho negocios con el MAS, ha sido un pésimo candidato y un fracaso como político con el MNR y ahora en la última etapa de su triste y dañina existencia, con su alma pestilente está convirtiendo el bunker en una cloaca fétida y está transformando a los bunkeros en cloaqueros. Están a tiempo, sálvense del señor de las cloacas.
Cloaca Lema nunca pudo hacer periodismo y menos ahora, es un activista disfrazado que ante su incapacidad intelectual y su prontuario personal usa una causa, prostituye micrófonos y contamina audiencias. Cloaca Lema jamás aporta nada al bien común, no tiene nada para dar, la calidad no es lo suyo, su falta de triunfos lo ha amargado. Es un personaje perverso que irrespeta e insulta sin reparos y pretende ignorar su turbio y angurriento pasado en Tarija y Yacuiba. Es un maquinador maligno que intenta olvidar sus negocios y sus coqueteos con cuanto partido y político ha podido. Y busca la paja en el ojo ajeno. Eso se llama envidia.
Afortunadamente, esta cloaca humana vocifera tanto, tan miserablemente y con tanta mediocridad que nadie medianamente inteligente le cree nada de lo que dice, para creerle hay que estar acostumbrados al nauseabundo olor a cloacas. Solo se le puede creer teniendo las frustraciones que él tiene.
Cloaca Lema hasta ahora ha insultado a quien ha querido sin que le respondan. Y la verdad es que su pequeñez no merece respuestas. Yo le respondo algo solo para recordarle su insignificante e insolente existencia de hombre mediocre y miedoso.
Dice que se ha olvidado que fue a mi casa a proponerme hacer lo que ahora está haciendo con Agustín Zambrana. Pues fue. Y me lo propuso. Y lo rechacé.
Yo había construido mi trayectoria con esfuerzo, disciplina y aciertos. Comenzando como reportero en el mejor diario La Razón de todos los tiempos, aquel que dirigió don Jorge Canelas. Y rápidamente pasé a ser jefe del área política, jefe de redacción y director de informaciones de ese gran diario. Después fui director regional de La Razón en Santa Cruz y director del diario El Nuevo Día, que transformó la forma de hacer periodismo en Bolivia. Siete años estuve en La Razón y dos en El Nuevo Día. Luego durante 8 años y medio fui director nacional de noticias de la red UNITEL, donde marcamos época y transformamos los noticiarios y cambiamos la forma de hacer televisión. Luego quise construir mis propios proyectos. Creé y dirijo desde hace 15 años la revista Poder y Placer. Creé y dirijo desde hace 14 años el programa No Mentirás.
En esa parte de mi carrera estaba cuando Cloaca Lema me pide reunirse conmigo para proponerme “hacer algo juntos en medios”. Yo con esa trayectoria y él con apenas nada que lucir y mucho de qué avergonzarse. Hay que reconocer que es audaz. Y fue en mi casa que me lo propuso. Y, por supuesto, lo rechacé, con decoro.
Y hasta hace unas semanas me enviaba mensajes por WhatsApp, que no le respondía. Siempre pidiendo ayuda. Desde el búnker me pedían compartir en mis redes algunos de sus videos. No les respondía. Y nunca compartí ninguno de esos videos. Creo que cada uno hace lo suyo y yo hago periodismo, no activismo. Yo entrevisto a unos y otros y tengo publicidad del Estado, empresas transnacionales y grandes firmas privadas.
Y, la verdad, a Cloaca Lema ni lo tenía en mi horizonte, poco sabía de su vida. Hasta que me dijeron que en el búnker, Cloaca Lema criticó mi trabajo y el de Jimena. Él, desde su pequeñez y su amargura. Irrespetuosamente, como siempre.
Le respondimos, cómo se merecía. Y desde ese día la m… que lo inunda me la quiere tirar. Carrera limpia señor de las cloacas. He conocido a todos los presidentes de Bolivia desde que empecé mi carrera, por las posiciones que he ocupado. Y no he hecho nunca negocios con ninguno. Si hiciera algún negocio no tendría cuatro oficios simultáneos, no dirigiría cada día una revista, un programa de televisión y dos programas de radio. Cloaca Lema nunca ha sabido lo que es trabajar tanto. Y nunca ha logrado nada. Por eso puede seguir ladrando y regando estiércol, que en eso es experto el señor de las cloacas.
No te mueras nunca Cloaca Lema, me asusta pensar que si te hacen una autopsia encuentren un inodoro en tu cuerpo y una cloaca en tu alma y tu carga contaminante sea un peligroso Chernobyl boliviano.
Fuente: Pepe Pomacusi Periodista
