“Me cago en España”.
Eso dice el personaje de Jean Paul Sartre en El Muro.
No me gustó. No me gustó “que se cague en su patria”.
Sin embargo, “hay que leer en contexto”, según José María Barbieri.
Comparto nuestro diálogo.
(Yo) ¿Se puede justificar la frase del personaje de Sartre?
(José María) Perfectamente. Es un militante condenado a muerte en la guerra civil española. La frase es parte de un monólogo íntimo en el que se pregunta por el sentido de su existencia. No de “la existencia”, en abstracto, que inclusive puede aspirar a ser una inquietud Política… De “su existencia”, concreta, que se le presenta en forma intransferible y apremiante… De su existencia singular y universal…
(Yo) ¿Qué quiere decir para usted “intransferible”?
(José María) Que nadie más que uno mismo se puede hacer cargo.
(Yo) ¿Y «apremiante»?
(José María) Que no se puede postergar.
(Yo) Sartre parece fascista…
(José María) Es todo lo contrario: apoyó a los Republicanos en la guerra civil española, fue encarcelado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial y defendió a la Unión Soviética hasta donde pudo…
(Yo) ¿Hasta donde pudo?
(José María) Sí, comenzó a tomar una clara distancia del fascismo soviético en 1956, cuando fueron inocultables los crímenes del estalinismo y cuando la Unión Soviética invadió Hungría para aplastar las demandas de autodeterminación política. En 1968, cuando los soviéticos invadieron Praga, Sartre ya tenía una visión equidistante de los extremos, como la que tuvo Camus antes que él…
(Yo) ¿Por qué rechazó el Premio Nobel de Literatura?
(José María) Su argumento fue precioso: sugirió que estaba en desacuerdo con toda forma de mediación burocrática entre el lector y el autor. Que no quería transformarse en una Institución.
(Yo) En su criterio, ¿qué quiere decir Sartre en El muro?
(José María) Que todos los ideales colectivos no alcanzan para explicar a un individuo en su hora definitiva.
Fuente: Roberto Barbery Anaya.