El embajador de Bolivia ante la ONU, Diego Pary, aseguró que la Constitución boliviana y el derecho internacional claramente protegen el interés superior de las niñas, niños y adolescentes.
Señaló que la continuación de un embarazo forzado es reconocido como tortura o trato cruel, inhumano o degradante. «Debe imponerse el derecho frente al dogmatismo», aseguró.
Fuente: Detrás de la Verdad