El Gral. Terceros fue quién amenazó al piloto del avión mexicano que trasladaba a Evo Morales

En el libro A mitad del camino, escrito por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, se reveló que el excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) Jorge Gonzalo Terceros Lara, acusado dentro del caso Golpe de Estado, se habría comunicado con el general Hernández Velásquez, quien con tono molesto le advirtió que el avión donde era trasladado el expresidente Evo Morales tenía 30 minutos para abandonar el espacio aéreo del país, caso contrario no se garantizaba la seguridad de la tripulación.

Con un tono molesto, le advirtió (al piloto mexicano) que a partir de ese momento tenía 30 minutos para abandonar el espacio aéreo de su país”, le indicó con énfasis que él (Jorge Terceros) no respondería por la seguridad de los ocupantes ni por la integridad de la aeronave si no se cumplía con su instrucción, describe el texto del libro.

Menciona también que “el piloto del avión le solicitó al militar boliviano que le transmitiera la autorización al personal (efectivos bolivianos) que se encontraba rodeando la aeronave con armas. Le solicitó además que los militares bolivianos que apuntaban el dispositivo lanzador hacia la nave dejaran de hacerlo”, relata.



Fuertemente custodiados por militares bolivianos que se encontraban en la pista de aterrizaje en el aeropuerto de Chimoré, en el trópico cochabambino en noviembre de 2019, el libro menciona que el capitán de Ejército boliviano instruye al personal uniformado y al que vestía de civil para que se alejaran del avión, le dijo al efectivo que apuntaba a la aeronave que dejara de hacerlo.

“Después de concluir la llamada y habiendo verificado que la periferia de la aeronave se encontraba despejada, el piloto se despidió con prudencia del capitán y del personal ahí presentes, agradeciéndoles a todos su gentileza y transmitiéndoles los saludos y los buenos deseos de sus camaradas mexicanos, después de lo cual abordó el avión”, refiere el libro.

Al ingresar a la aeronave, el señor Gámez Gamboa le indicó que disponían de una autorización, pero que no estaba para ingresar al espacio aéreo de Paraguay y para aterrizar en el aeropuerto de Asunción, por lo que mientras ponían en marcha los motores, ambos pilotos efectuaron la planificación del vuelo.

Definieron el procedimiento de salida e iniciaron el rodaje, precisando la ruta más directa y expedita hacia la frontera con Paraguay para poder abandonar el espacio aéreo boliviano dentro del plazo de los 30 minutos otorgados por el general Terceros Lara”, relata.

En otro párrafo narra que habiendo iniciado el rodaje a las 20.55 horas (tiempo de México), despegaron a las 21.01 (tiempo local de Bolivia); durante el ascenso inicial el piloto alcanzó a observar desde el lado izquierdo de la cabina de mando y cuando casi alcanzaban 1.500 pies sobre el terreno, una estela luminosa similar a la característica de un cohete en la posición de las siete (atrás y a la izquierda de la trayectoria del avión) por debajo del horizonte, estimando el piloto que, en caso de tratarse de un proyectil, el punto desde donde fue lanzado podría estar ubicado en las inmediaciones del aeropuerto de Cochabamba.

Efectuó un viraje ceñido hacia el lado contrario de la trayectoria del proyectil (lado derecho) incrementando el régimen de ascenso para evitar el impacto, observando que la traza, muy por debajo de la aeronave, efectuaba una parábola hacia el terreno sin haber alcanzado la altura que en ese momento ya tenían, aproximadamente, de 3.000 pies sobre el terreno, concluyendo su apreciación que el posible cohete podría haber provenido del lanzador RPG que observó en el aeropuerto.

Después de esto, ajustaron la potencia de los motores para obtener la máxima velocidad posible y buscaron el mejor régimen de ascenso, dirigiéndose directamente a la posición geográfica denominada como fijo ‘MOMDI’, ubicada en la frontera entre Bolivia y Paraguay, logrando arribar a esa ubicación justo a los 30 minutos que se les habían concedido.

Fuente: Detrás de la Verdad