Luego de mi triste experiencia con una empresa muy cuestionable tanto técnica como éticamente en el manejo de la seguridad de sus clientes -y el trato con estos- anoche recibí una grata reflexión.
Me contactaron de la Asociación de Parapentes (creo que así se llama) con una altísima calidad humana y empatía. Ofrecieron las disculpas ajenas que no merecían dar y me explicaron lo difícil que es tratar de construir un deporte desde cero con tanta inmoralidad en nuestro medio y me ofrecieron mostrarme y demostrarme la calidad de buenos profesionales cuando yo desee, con toda la amabilidad y cortesía.
Nobleza manda que reconozca el contraste de los señores AndesXtremo y la gentileza de Hans Calderon, que me ha hecho volver a creer y que me recordaron con su actuat que se debe dar a cada uno lo suyo según lo que es, eso es justicia.
Pronto saltaré en parapente con ellos y esta vez el riesgo no será mío, pero sí el disfrute… me aseguran el profesionalismo en sus actos y la responsabilidad ante cualquier contingencia… con la experiencia de ser rescatistas de primer nivel y los antecedentes de ser quienes rescatan a los que creen que la aventura no es adrenalina, si no jugar ruleta rusa.
También debo aprender de mi responsabilidad a la hora de elegir bien y con más cuidado quien contrato para darme servicios, al final, es lo que debe hacer un cliente maduro en el mercado.
PD.: Muchos podríamos aprender mucho de como se debe “manejar una crisis”, por tan pequeña que sea.
Shalom aleichem