La caza de delfines es una práctica centenaria en las Islas Feroe, situadas entre Escocia e Islandia

UNA TRADICIÓN SALVAJE

«Es absolutamente espantoso ver un ataque a la naturaleza de esta magnitud», critican los ecologistas. El Gobierno local defiende sin embargo sus motivos para autorizarla.

La última captura, sin embargo, superó esa media y la Sea Shepherd Conservation Society, con sede en Seattle, estimó que al menos 1,428 delfines de flancos blancos acabaron muertos, algo que la organización calificó como una «caza cruel e innecesaria».



EL MUNDO ENTERO SE INDIGNA

Fuente: Ayyy Don Este