He leído en las redes sociales, que por ser una persona pública ‘Es más fácil para mi denunciar’ pues les quiero contar

He leído en las redes sociales, que por ser una persona pública ‘Es más fácil para mi denunciar’ pues les quiero contar que no.

También he tenido que pasar por la dolorosa incomodidad de declarar más de 8 veces a personas distintas, leer los mensajes denigrantes que recibí una y otra vez, volver a escuchar los audios de acoso que me enviaron, como también los audios que recibió mi esposo de este señor, en los que le decía que yo era quien recibía dinero y hablaba con el, que por favor abra los ojos y se dé cuenta que se trataba de mi, entre otras cosas más.

Gracias a Dios tengo a un compañero de vida, que conoce a su esposa y no dudó un segundo de mi. Sabe con quien se casó. Y no saben en medio de todo esto, que bien se siente que crean en vos y no pongan en tela de juicio tu dignidad, como pasa tanto en las redes sociales.



No puedo dejar de imaginarme por lo que pasan las mujeres que denuncian algún tipo de abuso físico. Deben hacer un tour por más de 10 mesas, doctores, abogados, notarios y más, para demostrar que fueron violentadas. Tenemos un sistema que está hecho para rendirse, antes de iniciar con una denuncia. Esto se debe arreglar de raíz y no está en manos de nuestros policías o abogados.

Quiero aprovechar para aclarar, que no he recibido dinero alguno de la persona en cuestión.
Gracias a Dios nunca me gané la vida de esa manera y no lo haría jamás, aunque en nuestra sociedad ya sea algo lastimosamente naturalizado.

Por otra parte tampoco recibiré dinero como una forma de compensación para ‘Arreglar’ esta situación.
Con dinero no se curan las noches de insomnio, miedo e impotencia.
Lo único que estoy pidiendo para desistir de la denuncia, es que se restaure mi honor, y se me den las garantías para volver a sentirme segura.

Yo estoy esperando las disculpas públicas de este señor, para ver si algo puede limpiar mi nombre y mi reputación. Reputación que construí con trabajo desde mi infancia y no crean que es fácil ni para mi ni para mi familia ver este intento de mancharla.

En el momento en que cualquier tipo de acoso se naturaliza como sociedad, nos convertimos en cómplices de un futuro que ninguno queremos para nuestros hijos.

Una vez más les agradezco por las palabras de apoyo y cariño. Yo estoy continuando con mi vida, mientras todo esto se soluciona, pero créanme que ya estoy durmiendo en paz, de saber que hice algo al respecto, y no solo por mi, sino por TODAS.

Anabel Angus Arza.

Fuente: Anabel Angus