#OpinandoEnElBunker Ha muerto el último inca Por: Xavier Encinas Después de casi quinie…

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Ha muerto el último inca

Por: Xavier Encinas



Después de casi quinientos años del despiadado asesinato de Atahualpa, emperador incaico, finalmente fue ultrajado el último inca.

El vicepresidente David Choquehuanca, recibió la vacuna el pasado 3 de enero. Esto sucedió en medio de una controversia nacional porque la autoridad violó las disposiciones del cuestionado decreto que lanzó su gobierno, mediante el que busca imponer la vacunación obligatoria. El patético acto fue antecedido por un Sahumerio (ritual indígena) que buscaba ahuyentar a los malos espíritus.

Bolivia inició su campaña de vacunación contra el coronavirus en febrero del año pasado, pero en el transcurso de esos once meses Choquehuanca no había recibido ni una sola dosis. Sin embargo, su gobierno inició una campaña para restringir las libertades y derechos de las personas que así como el vicepresidente, decidieron no recibir la vacuna.

La astucia le duró poco a quien hace un par de semanas advertía de la ira del inca. Al ser señalado por esta contrariedad, Choquehuanca manifestó que había cursado la enfermedad en dos ocasiones y que en ambas recurrió a la medicina tradicional para tratarse. Pero su justificación no fue suficiente, era necesario que recibiese la vacuna para que no continuara evidenciando las incoherencias y arbitrariedades de su gobierno.

El otrora emperador incaico decidió acabar con su hermano Huascar por miedo a que este estableciera una alianza con los colonizadores y de esta forma le arrebataran el poco poder que le quedaba, pero esta decisión debilito aún más al ya menguado imperio. El hoy vicepresidente traicionó cobardemente a su cultura, le dio la espalda a sus costumbres y echo por tierra los postulados de la cosmovisión andina.

Por más de quince años el movimiento al socialismo exaltó y reafirmo la superioridad de la cultura andina, Choquehuanca fue uno de los estandartes de ese proceso. Pero, eso quedo en el pasado, la autoridad se ha estrellado frente al cuestionamiento de sus propios partidarios, quienes consideran como un acto de traición la decisión del vicepresidente.

Increpado, deslegitimado y humillado, Choquehuanca fue reducido penosamente a la condición de un eunuco, ideológicamente hablando. Su voz se agudizo y perdió todo valor y credibilidad. Esto también repercutió en el gobierno, que se ve debilitado mientras se van sumando los señalamientos de las mismas organizaciones sociales que afirma representar, estos grupos acusan de dictatorial a la medida asumida por el masismo.

En este entendido, podemos asumir que nos encontramos presenciando el abatimiento de otro imperio, el divino imperio que utilizaba la confrontación como política de estado, mientras se escudaba en preceptos culturales que evidentemente desconoce. La ciudadanía se encuentra movilizada y alza la voz buscando defender la patria, la constitución y los derechos inalienables del ser humano, que le permiten a cada individuo controlar las riendas de su destino.

Fuente: Agustín Zambrana en El Bunker