Vos y yo

No somos de oro, ni de plata, ni de bronce; no somos gobernantes, ni guerreros, ni artesanos; no somos resortes de algún engranaje colectivo; en síntesis, no somos arquetipos del sueño burocrático de Platón, que es el antecedente Clásico de los totalitarismos políticos…

No somos burgueses, ni proletarios; no estamos de antemano, sin pensar, a favor o en contra; no vivimos del rencor de tener o de no tener; en síntesis, no somos arquetipos de la pesadilla dualista de Marx, que es el antecedente Moderno de la inquina social…

No somos creyentes, ni apostatas; no juzgamos, porque no reconocemos autoridad moral que nos juzgue; nuestro credo es singular, no de rebaño; en síntesis, no somos arquetipos de la Santa Inquisición, que no ha sido abolida en los corazones del integrismo religioso…



No somos nacionalistas de Estado, ni nacionalistas de cofradía (no somos nacionalistas); nuestra canción favorita dice que no hay tierra como mi tierra, pero también nos gusta “Octavia”, y nuestra banda preferida es “Scorpions”, sobre todo cuando reza: “I follow the Moskva/Down to Gorky Park/Listening to the wind of change”; creemos, en fin, que el talento no tiene fronteras, porque no es patrimonio de un lugar, ni de una de las razas del mestizaje, ni de alguna de las culturas abigarradas que viven en el planeta; en síntesis, no somos arquetipos del Nuevo Colonialismo Revolucionario, ni de la Eterna Edad Media…

Somos vos y yo.


Fuente: Roberto Barbery Anaya.