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¿ QUÉ TENDRÁ LA SILLA QUE QUIEN SE SIENTA PIERDE LAS CUALIDADES POSITIVAS QUE LO LLEVARON A SENTARSE AHÍ ?
El Síndrome De Hubris
Este fenómeno no es ni casual ni exclusivo de nuestra sociedad, si no que es sujeto de estudios por muchísimos psiquiatras reconocidos en el mundo.
Una persona expuesta mucho tiempo a círculos de poder termina siendo “secuestrada” por estos, perdiendo su “cable a tierra”, es decir, su conexión con la realidad.
El poder se gana con la empatía y se pierde con la arrogancia, la cual empieza con pensar que a uno no le pasará, sigue cuando le molestan las críticas y prefiere los adulos de los chupas y desemboca en desquiciamiento e impermeabilización de la realidad.
Oler el poder marea…tomarlo emborracha, y es así más o menos como se describe este fenómeno que afecta la visión, el juicio y los sentidos de ubicación y percepción de la realidad.
El presidente panameño Cortizo tiene hoy un taburete en lugar de la silla presidencial para recordarse a sí mismo todos los días que “lo importante no es cómo llega, sino cómo sale”, como él mismo lo cita.
Ya lo decía también Nikita Khrushchev al dejarle 2 cartas a su sucesor.
Países con más cultura democrática han implementado medidas de protección democrática para minimizar el impacto del Síndrome de Hubris…nosotros, le seguiremos echando la culpa al empedrado esperando que aparezca un semidiós, sin entender que estos también sufrieron esto en sus epopeyas.
Que lindo fuera que entendamos el mensaje de Pueblos nativos de nuestra región: se aplaude cuando se sale, no cuando se entra…si es que hizo un buen servicio público.
La “culpa” es también nuestra por crear ídolos de barro.
Fuente: Ayyy Don Este