La luna y los roedores

No existe relación entre la armonía de esta noche, ausente, y la ansiedad mortal, tan indiscreta. Parece que somos una especie roedora, que agoniza, en medio de la blanca tranquilidad de la luna…

Tal vez haya una posibilidad de reconciliación en la soledad. Alguna esperanza de que nos escuche el universo si le hablamos en silencio…

Sin embargo, se nos ha enseñado a repetir, sin concesiones, que somos animales sociales.



Creo recordar que Nietzsche, en algún fragmento perdido, defiende la idea de que el filósofo no es un animal social.

Dicen que está loco.

Fuente: Roberto Barbery Anaya.