Familia de niña de un año y ocho meses sospechosa de tener viruela del mono está en aislamiento en Montero

Si bien la familia no permitió la toma de muestra para verificar o descartar el diagnóstico clínico, personal de salud en Santa Cruz le hace seguimiento. Médicos afirman que la toma de muestra no es dolorosa.

Tanya Imaña Serrano



Fuente: El Deber

Una pequeña de un año y ocho meses de Montero, que fue llevada por su mamá al control médico presentaba lesiones o pápulas en la piel, por lo que fue clasificada como clínicamente sospechosa de tener viruela del mono. La pequeña se rehusó al momento de practicarle la prueba, y ella y su progenitora se salieron del centro de salud, según relató Jorge Quiroz, Coordinador de Redes Urbanas del Sedes.

Ante la alerta de este caso, dos equipos de respuesta rápida acudieron al domicilio de la niña, el primero de Montero, y el segundo se trasladó desde la capital cruceña, junto a técnicos de Cenetrop para tomar la muestra. Si bien la familia rechazó que ese análisis se realice, un equipo médico se encuentra haciendo seguimiento tanto a la pequeña como a su familia y a sus posibles contactos. La familia se encuentra en aislamiento y será valorada diariamente por los galenos para determinar si precisan recibir algún tratamiento, informó Quiroz.

Hasta este viernes en Santa Cruz y en el país se han detectado 11 casos de viruela símica o monkeypox. De acuerdo con Quiroz, todos los pacientes se encuentran estables, sin complicaciones y reciben medicación para atender los síntomas que puedan presentar, como fiebre o dolor.  Seis de estos pacientes se encuentran internados en centros de salud, debido a que no contaban con las condiciones necesarias para un aislamiento domiciliario, como aquel en el que están los restantes cinco.

Quiroz señaló que existen tres formas de tomar una muestra para ser analizada y determinar, mediante laboratorio, que una persona sospechosa de viruela del mono efectivamente la ha contraído. Si la persona tiene vesículas o ampollas en la piel, se usará una aguja estéril o una hoja de bisturí para reventarla y, con un hisopo, retirar el líquido y llevarlo a un tubo especial, llamado transporte viral. El médico aclara que no se pincha el tejido, sino la ampolla.

Si, en cambio, el paciente estuviera en la fase en la que las vesículas se han vuelto costra, con una hoja de bisturí se retirará esa costra para, ayudado por un hisopo, retirar una muestra de la piel que está debajo de ella y, también llevarla al medio de transporte. En ninguno de los dos casos es doloroso, afirmó Quiroz.

Finalmente, puede hacerse un hisopado faríngeo para confirmar o descartar de que se trate del virus de la viruela del mono, explicó el médico.