14 DE SEPTIEMBRE – Páginas Históricas Cruceñas.

1560 – MUERE EL CREADOR DE LA PROVINCIA DE MOXOS
Mientras en la nueva ciudad española de Santa Cruz de la Sierra, en tierra de los chiquitos, se construían las primeras casas, se distribuían los solares y terrenos, en el Perú, el 17 de abril de 1561 hacía su arribo el nuevo virrey, don Diego López de Zúñiga y Velasco, conde de Nieva, quien venía a sustituir al creador de la provincia de Moxos don Andrés Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, el que había fallecido el 14 de septiembre de 1560, aquejado de reumatismo y de “desesperanza” al sentirse mal juzgado por el rey Felipe II.

1710 – CAMBIO DE VIRREY EN EL PERÚ (1710)
Fue durante el gobierno del gobernador de Santa Cruz de la Sierra, Gabriel de Acuña, que se sucedieron dos hechos importantes en la región. El primero fue cuando desde el Perú se comunicó a las autoridades cruceñas que, el 24 de abril de 1710, aquejado de una grave enfermedad, había fallecido el virrey Manuel de Oms de Santa Pau, marqués de Castelldosríus y que había asumido como virrey el presidente de la Real Audiencia de Lima, don Miguel Núñez de Sanabria, hasta la llegada del titular, lo que sucedió el 14 de septiembre del mismo año, cuando arribó y asumió como virrey titular el eclesiástico, Diego Ladrón de Guevara, quien había sido obispo de Panamá y luego de Quito. Gobernó hasta el 1716.

1821 – FUNDACIÓN DE LA MISIÓN DE YAGUARÚ (1821)
Se cree que el padre Gregorio Salvatierra, entre los años 1820 y 1821, había fundado una misión en un lugar secreto, que hoy sabemos era con las parcialidades con las cuales posteriormente fundarían Yaguarú.
El 3 de mayo de 1823 llegó a la región de los guarayos el P. Francisco Lacueva OFM (1767 – 1849) quien se hizo cargo de la misión. La parroquia celebra anualmente su fiesta patronal el 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, reconociendo esa como su fecha de fundación y al padre Lacueva como el fundador.
El 26 de diciembre de 1831 el famoso científico francés don Alcides D`Orbigny hizo su llegada a la población de Santa Cruz de Yaguarú. En su relato, decía lo siguiente con relación a esta misión:
Allí me encontré con el reverendo padre Lacueva, considerado como santo en las provincias vecinas. No vi en él más que a un viejo amable, muy informado y de una conducta ejemplar…
Vivió veinte años entre los salvajes yurakarés y, cansado de no poderlos convertir, los abandonó para venir a establecerse entre los guarayos. Las limosnas de las damas de Santa Cruz de la Sierra le daban apenas para vestirse, se alimentaba de arroz cocido en agua, se hacía él mismo su cocina y vivía solo, alejado del mundo entero. Me conmovió vivamente la perseverancia de ese religioso, que tenía entonces setenta años…..
Moraba en una triste choza, su iglesia no era más que una pobre cabaña, techada con hojas de palmera. Los domingos cubría con un simple tejido de algodón el altar de tierra y decía allí su misa. Para llamar a los fieles, el venerable anciano no tenía más que un mortero de cobre al que golpeaba con una piedra… La aldea se componía de unas treinta casas de indios, esparcidas alrededor de la capillita….
En el año 1841 el padre Lacueva recibió una ayuda valiosísima, cuando el colegio de Tarata le envió al P. Manuel Viudez quien, al poco tiempo de llegado se percató de las razones por las que los guarayos no querían asentarse en una misión y evitaban la vida ordenada. Una causa era su denodada pasión por la selva y las rancias costumbres cinegéticas, y la otra razón era por el clima insano y el lugar inadecuado del asentamiento. Por ello fue por lo que, en el año de 1844, el padre Lacueva trasladó la residencia de los guarayos a unos 40 kilómetros al este, a la ribera de un lago pintoresco que forma el río Zapocó. Llamó a su nueva fundación Yaguarú.
Al cabo de un año esta misión ya contaba con campos de cultivo de todo tipo de productos conocidos y apetecidos en la región. Los guarayos y el padre habitaban casas y cabañas sólidas y la recién surgida reducción dispuso de una capilla propia.
La iglesia actual fue obra del P. Ambrosio Prati, OFM, construida a fines del siglo XIX y litúrgicamente bendecida en el año 1900. En el 1883, el pueblo contaba con 1.190 habitantes



1829 – ORDENAN QUE LOS NATIVOS GUARANÍS VUELVAN A SU LUGAR DE ORIGEN.
Como es de conocimiento del lector, durante la época colonial se fundaron muchas misiones de religiosos en el antiguo territorio de la provincia de Santa Cruz de la Sierra, misiones estas que albergaban a nativos de diferentes naciones.
En lo que corresponde a los nativos guaraní, estos fueron llevados a varias misiones ubicadas al norte de su territorio nativo, los cuales, luego de decretada la independencia de los territorios y la creación de la república de Bolívar quedaron sin ningún cobijo ni guía religiosa, lo que podría representar una amenaza a los pueblos donde se encontraban y en especial a la capital, por ello, el ministerio de estado, ordenó que todos sean devueltos a su lugar de origen. La orden, emitida el 14 de septiembre de 1829, a la letra decía: (se conserva la ortografía de la época).
BAMHSC/14/Sept/1829/Chuquisaca.
Ministerio de Estado del Despacho del Interior.
Al Prefecto del Departamento de Santa Cruz.
Con bastante dolor ha savido el E. el Presidente que los pueblos de la Cordillera estan en tan triste estado, que puede decirse han dejado de serlo: Que los indijenas esparcidos en las montañas, o aislados en los pagos inmediatos a esa ciudad, se resisten a poblar sus antiguas habitaciones: Que por lo mismo, Piray, Cabezas, y Abapó estan enteramente deciertos, y Santa Cruz espuesto a ser invadido por las hordas salvajes, sin siquiera sentirlo: Que la despoblacion y sus temibles resultas, se deben en mucha parte a la falta de proteccion, que tan justamente merecen los curas de esas reducciones, a los que de estudio se ha tratado de quitar o disminuir el respeto que los indijenas le profesaban, por la imprudencia con que el Gobernador de Cordillera se ha manejado en todo sentido. S.E. con estos conocimientos desconsolantes, a tanta distancia de esas provincias, carece de los necesarios para dictar una providencia fuerte y definitiva, que corte de raiz tamaños males. En semejante conflicto ha creido ocurrir de pronto a lo urgente de ellos con las dispociciones siguientes.
1ª. Que todas las familias pertenecientes a los indicados pueblos, que actualmente ecsistan en los de Sta. Rosa, Porongo, Vivosi, San Carlos, y demás pagos del Departamento de Santa Cruz, sean remitidas y entregadas a sus respectivos Curas en la Cordillera.
2ª. Que para la subsistencia de las familias que se mandan remitir se entreguen a cada Cura docientos cabezas de ganado, de las que hay de Mojos y Chiquitos pertenecientes al Estado, con la obligacion de suministrar a las remitidas la racion diaria que necesiten para su manutencion, y con calidad de conserbar las que sobren a beneficio de los mismos indijenas para que multipliquen en lo sucesivo.
3ª. Que los naturales de esos pueblos no puedan salir a otra provincia, sin licencia escrita de su Cura, ni ser admitido por vecino alguno a su servicio, pasado el termino que ella conbenga pena de sufrir.
4ª. Que para que estos naturales no sufran fraudes y engaños en el pago de su trabajo y salarios, puedan los curas como sus tutores interbenir en el ajuste de ellos y cuidar sobre el cumplimiento de las contratas que verifiquen.
5ª. Los naturales deberan y los Curas podran obligarlos, a que se empleen con su servicio dos mañanas en cada semana, es decir dos días de horas seis, a doce unicamente. O un solo dia entero en la semana.
6ª. Los Curas haran fabricar en sus pueblos una casa de Hospicio, para transeuntes; con el fin de evitar que estos, so pretexto de alojamiento, maltraten, corrompan, o seduscan a los naturales.
7º. Se encarga al Gobernador de la Provincia guarde con los Curas la mejor armonia, dandoles aquella respetabilidad, que por su ministerio les corresponde, a cuias atribuciones, no interbendra arvitrariamente. Las quejas que contra su conducta hubiese las elevara al Prefecto para que las pase a la Autoridad competente, los mismos que los abusos que notare.
8ª. Los Gobernadores de concierto con los Curas tendran especial cuidado en cortar el vicio detestable de la embriagues, con providencias prudentes y sin estrepito.
9ª. El Cura de Cabezas se le daran por via de socorro, para los gastos de la edificacion de su Iglesia trecientos pesos, por esta sola vez, que se abonaran de los fondos de Beneficio.

1831 – ALCIDES D’ ORBIGNY EN SAN JUAN BAUTISTA O TAPERAS
El 14 de septiembre de 1831, el científico Alcides D´Orbigny, quien acababa de visitar San José de Chiquitos y se dirigía a Santiago de Chiquitos, tuvo la afortunada visión de pasar por el lugar que ocupaba la antigua misión de San Juan Bautista, hoy llamada de Las Taperas de San Juan o San Juan de Taperas. Al referirse al lugar, escribía lo siguiente:
«A tres leguas del cerro de Botija pasé al pie del último mamelón de gres, atravesé un pequeño hondón y más allá me encontré en un alcor boscoso donde advertí, ocultas por grandes árboles, la torre y ruinas de la vieja misión de San Juan.
La torre estaba intacta, pero sin techo, en la iglesia muy amplia, se veían los troncos de los árboles crecidos al lado de columnas del mismo espesor, aún cubiertas en parte de pinturas. Este contraste entre despojos artístico y vegetación invasora, tenía algo que entristecía. Apenas habían ocurrido cincuenta años después del abandono de esos edificios que evocaban un esplendor pasado y ya la naturaleza volvía por sus fueros con tanto vigor que quizás dentro de pocos años ya no quede siquiera sus rastros.
Los edificios me parecieron grandes y bien construidos, pero no pude entrar en los patios, ya invadidos por el bosque. Sorprendido por el abandono de la misión, interrogué al respecto al gobernador (subprefecto), quien me aseguró que en el tiempo de los curas (no jesuitas) solo dirigían las misiones, sin administradores.
Los religiosos que gobernaban esta, resolvieron por su propia cuenta abandonarla, hacia 1780, despreciar las hermosas construcciones debidas al trabajo obstinado de los jesuitas, y trasladarla diez y ocho leguas más al este, pretextando carencia de agua…… Sea como fuera, sentí una impresión de tristeza al pensar que todos los monumentos destruidos por accidente o de cualquier otra manera, desde la expulsión de los jesuitas, solo tuvieron refacción provisional. Es facial entonces prever la desaparición completa de los grandes edificios que serán sustituidos por simples cabañas; de tal modo, aquel esplendor de la providencia no habrá hecho otra cosa que pasar, como un lindo día seguido de una noche de tormenta… ».

1855 – GOLPE DE ESTADO DEL DR. JOSÉ MARÍA LINARES
El nuevo presidente de Bolivia, Gral. Jorge Córdova, no tendría paz en su gobierno, ya que el perdedor de las elecciones, el Dr. José María Linares Lizarazu, constantemente proclamaba el fraude que se había desarrollado en las elecciones, desconociendo al presidente, lo que daba pie para que sus seguidores en todo el país difundieran el mismo mensaje, provocando una serie de pequeñas revoluciones sin mayores efectos en el poder.
Apenas un mes después de la posesión del presidente, el 14 de septiembre de 1855, el Dr. Linares se levantó en armas en la frontera peruana, llegando hasta Omasuyos, movimiento que fue sofocado. Cuatro días después los partidarios de Linares atacaron el palacio en La Paz, y fueron igualmente derrotados. Luego, durante todo el año de 1856 se produjeron levantamientos en todo el país, lo que hacía imposible el gobierno del Gral. Córdova.

1940 – COMARAPA INSISTE EN SER PROVINCIA
El 15 de diciembre de 1924, mediante Ley se creó la Provincia Florida, desmembrándose de la de Vallegrande, por lo que Comarapa pasó a ser la segunda Sección Municipal de la provincia Vallegrande. Este hecho provocó que nuevamente se insista con los trámites para lograr ser provincia. Así, el 20 de febrero de 1929, don Mariano Saucedo Sevilla presentó un tercer proyecto, proponiendo el nombre de Comarapa para la provincia, proyecto que tampoco prosperó. Los comarapeños no bajaron los brazos y el 14 de septiembre de 1940, el diputado cruceño don Lucas Saucedo Sevilla presentó un nuevo proyecto ante el Congreso de la república, este proyecto fue secundado por otro proyecto presentado por el diputado de la provincia Vallegrande don Pedro Montaño. Juntos, ambos proyecto, tuvieron mayor fuerza y se iniciaron los estudios para la conformación de la nueva provincia pero, nuevamente se truncó el proceso. El año 1945, el senador cruceño don Lucas Saucedo Sevilla vuelve a la carga y nuevamente presentó el proyecto de ley y pese a la aprobación del proyecto, el mismo entró en un laberinto legal y se diluyó la esperanza de éxito.

1949 – Guerra Civil del MNR
En 1949 se levanta Santa Cruz contra el gobierno de Urriolagoitia Edmundo Roca encabeza la rebelión cruceña que desconoce al gobierno central y la falta de apoyo en el resto del país lo lleva a tomar la histórica forma autonomista. Llegó a niveles bastante radicales, se organizó una Junta Revolucionaria que proclamó como presidente a Victor Paz (en el exilio), como vicepresidente a Edmundo Roca y Froilan Callejas como Jefe de las Fuerzas Armadas. Desde La Paz nuevamente se habló de un movimiento “separatista” y el ejército boliviano marchó sobre Santa Cruz. (400 años – gandarillas)
Antecedentes: Durante los últimos meses de gobierno del presidente de la república don Enrique Hertzog Garaizabal, el 12 de diciembre de 1948 se llevan a cabo las elecciones municipales en todo Bolivia resultando ganador, en muchos lugares, el partido del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) pero, el gobierno no aceptó los resultados aduciendo fraude. Esto derivó en una serie de protestas y pequeños levantamientos que fueron combatidos con exilios, encarcelaciones y otras medidas represivas pero, estos movimientos de protesta y las desacertadas acciones gubernamentales poco a poco fueron minando la fortaleza de la salud del gobernante quien se alejó del cargo el 7 de mayo de 1949, renunciando oficialmente el 22 de octubre del mismo año, asumiendo, la dirección del país, su entonces vicepresidente don Mamerto Urriolagoitia Harriague quien, aplicó mano dura para apagar los focos de protestas con un saldo de 144 muertos en la mina de Catavi.Ante este panorama y creyéndose fuerte el MNR, el 27 de agosto del año 1949 inicia una levantada general en el país para derrocare al gobernante.
En Santa Cruz los cabecillas del MNR, Ñuflo Chávez, Pedro “Pillín” Ribera Méndez, Ovidio Ribera, Edmundo Roca Arredondo, Celso Ortiz y otros, salieron a las calles pasada la medianoche, tomaron por asalto la Policía, la prefectura, la plaza y otras instituciones quedando, al amanecer, la ciudad en sus manos constituyendo una Junta Revolucionaria de Gobierno nombrando presidente, al Sr. Edmundo Roca Arredondo, al Sr. Osvaldo Guardia Palma, Alcalde Municipal y al Sr. Ovidio Barbery, Jefe de Policía, haciéndose lo mismo en otras ciudades de Bolivia.
De inmediato el gobierno movilizó a las fuerzas armadas produciéndose un gran derramamiento de sangre en La Paz, Cochabamba, Potosí y centros mineros como Uncía, Llallagua, Catavi y otros. A Santa Cruz, el 1º de septiembre, fueron enviados dos aviones de la Fuerza Aérea Boliviana que lanzaron dos bombas a la pista del aeropuerto El Trompillo con la intención de inutilizarla para embarque o desembarque de tropas subversivas, además, se envió a los mejores del ejército boliviano al mando del Mayor Ángel “Mono” Costas con camiones cargados de morteros, fusiles, metralletas pesadas, fusiles y unos 200 hombres.
El largo y penoso trayecto desde La Paz les llevó mucho tiempo y no fue tranquilo ya que, un grupo de militantes del MNR, los esperaban cercaron en Mataral en donde hubo cruce de fuego con algunas bajas.
El 14 de septiembre otro ataque aéreo fue perpetrado al aeropuerto destruyendo dos naves del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) hecho que atemorizó a los sublevados, quienes iniciaron la retirada huyendo a la Argentina en otros aviones del LAB.
Cuando las tropas llegaron a Santa Cruz de la Sierra no había nadie de los “golpistas” del MNR. Ante este panorama y precautelando un posible retorno de los subversivos, la milicia se quedó un tiempo en la ciudad y con ellos se formó la Octava División de Ejército construyendo su cuartel a las afueras de la ciudad, hoy la céntrica zona del Cementerio.

1957 – LA GUARDIA, CAPITAL DE LA 4ta SECIÓN MUNICIPAL.
Un día de esos llegó al lugar el profesor Tomás José Morales y su familia, siendo el único profesor de la escuela del lugar. Fue este profesional quien realizó las gestiones para elevar al rango de cantón de la provincia Cercado, hoy Andrés Ibáñez, al villorrio de La Guardia, rango que fue otorgado mediante decreto ley del 6 de diciembre de 1940, y mediante otro decreto ley del 14 de septiembre de 1957, fue designado capital de la recién creada cuarta sección municipal de la provincia Andrés Ibáñez. Luego, el 13 de diciembre de 1993, al dictarse la ley de participación popular, el municipio se convierte en la tercera sección municipal de la indicada provincia.

Bismark A. Cuéllar Chávez
PÁGINAS HISTÓRICAS CRUCEÑAS – Derechos Reservados
Fuente: Almanaque cruceño de Saúl Suárez Medina.
Historia de Santa Cruz Tomo I, II, III, IV de Bismark A. Cuéllar Chávez.
Prensa local y nacional. Además de obras varias.
PARA MÁS DATOS: Consultar las obras citadas.

Fuente: Bismark A. Cuéllar Chávez