Consagro el día, elemental, a trabajar. Busco “entender” en la noche, mágica, y en la madrugada, sin tregua…
A veces, me parece que tengo suerte. Otras, que inclusive estoy fuera del tiempo…
De la ilusión de antenoche o de pasado mañana, comparto siete ideas que pertenecen a un Borges exageradamente minucioso. No estoy seguro que sean descontextualizadas…
– “Pensé que un hombre puede ser enemigo de otros hombres, de otros momentos de otros hombres, pero no de un país; no de luciérnagas, palabras, jardines, cursos de agua, ponientes.”
– “Es el disco de Odín. Tiene un solo lado. En la tierra no hay otra cosa que tenga un solo lado. Mientras esté en mi mano seré el rey.”
– “…la divinidad sólo conoce las leyes generales del universo, lo concerniente a las especies, no al individuo.”
– “…reflexioné que todas las cosas le suceden a uno precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos y sólo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire, en la tierra y en el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a mí…”
– “Soy leñador. El nombre no importa. La choza en que nací y en la que pronto habré de morir queda al borde del bosque. Del bosque dicen que se alarga hasta el mar que rodea toda la tierra y por el que andan casas de madera iguales a la mía.”
– “La historia que refiero es la de dos hombres o más bien la de un episodio en el que intervinieron dos hombres.”
– “La tarde era íntima, infinita.”
Fuente: Roberto Barbery Anaya.