Que manera de pensar burreras…

QUE MANERA
DE PENSAR
BURRERAS…

Amanecía en el lunes de febrero, y como a las seis me desperté a hacer el chivichivi, preguntándome:
– ¿Por qué las mujeres abren tanto la boca, cuando se maquillan los ojos?
Y claro, pensando en mujeres tuneadas, recordé que el carnaval está cerca y a mi mente vino el antiguo carnaval cruceño, esa época donde los hombres salían a carnavalear a caballo, y claro, las elecciones de reinas bufas.
Realmente era distinto.
Un carnaval donde se enterraba un muñeco al finalizar la fiesta, costumbres divertidas de pueblo sano.
Claro…
Todo eso fue antes que se inventen los juntes en los garajes carnavaleros, iniciativa que mató el encanto del carnaval de calle.
Ahí estaba yo, en el amanecer del lunes, preguntándome:
– Si comer huevos patea el hígado, ¿comer hígado, patea los huevos?
Y así…
Tranquilo hacia chivichivi y pa variar, pensando burreras, cuando en eso me acordé de Atahualpa cuyo nombre real era Atabalipa, el inca llorón que se doblegó ante un puñado de famelicos españoles.
Y me acordé del inca, porque más de quinientos años después, elay, aparecieron un par de incas maricontentos muy molestos, enojadisimos dijqué y todo porque no les permitirán bailar en el Gran Carnaval de Oruro.
¿Y todo por qué?
Simple.
El carnaval de Oruro tiene sus propias reglas y normas internas y las normas de cada institución deben respetarse, algo que hace mucho en Bolivia no sucede, un país donde las leyes, reglas y normas se las pasan por los huevos, y se aplica la ley, se la aplica sólo cuando al de camiseta azul le conviene, y siempre en su propio beneficio.
En esas cosas pensaba, ideas que me venían así, como en una película de imágenes rápidas mientras hacía chivichivi, preguntándome:
– ¿Los infantes disfrutan la infancia, tanto como los adultos disfrutan el adulterio?
Finalmente…
Hice el chivichivi y volvía al tibio lecho junto a mi asiática, cuando justo me acordé del lío entre masitas, lío en que se acusan de todo.
El colmo de esta pelea fue que apareció una señora de trensas y faldas plizadas advirtiendo, mientras apuntaba con el dedo:
– «Yo sé cosas, no me hagan hablar», eso dijo públicamente, mientras la fiscalía miraba de palco y chitón.
Pero claro…
Si fueran cruceños los que mencionan algo así «ya estarían siendo investigados» y llevados a La Paz como maleantes, en el ya conocido método judicial de primero matar y luego preguntar.
Amanecía y volvía a mi camita, pensando que los orientistas ganaron un partido y ya creen que jugarán el mundial de clubes, pensando que Wilsterman vino a tirarse al piso y pensando que hoy juega el poderoso Real, el único equipo cruceño que lleva el nombre del poblau a un ladito del corazón.
Y me estaba encamando de nuevo, cuando en eso escuché la voz de mi asiática con la cara en la almohada…
– Hoy pasa el camión, andá y sacá la basura, no te olvidés que tenés que llevar a Chang Pú a la escuela, al paso pagás el crédito en el banco, luego te vas a Rosa Betania a ver si ya está listo El Príncipe Feo, después te contactás con Roberto Antelo, más tarde llevás al taller a doña Pitty y no te olvidés de ir a la reunión con Elvio Cora Cuellar al medio día…
La verdad, pensaba darle un beso al coto, pero al oír el rosario de mandaus, no sé por qué se me fueron las ganas.
Lunes.
Típico lunes…

El ESCRIBIDOR.



Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR