La tragedia del submarino y el marketing.

Cualquier persona que no haya estado debajo de una piedra los últimos días se habrá enterado del caso del submarino perdido con 5 tripulantes, o más apropiadamente, como lo categorizaron los medios, cinco multimillonarios que buscaban explorar los restos del Titanic a una profundidad de casi 4.000m.

¿Saben qué hace que los accidentes aéreos y otros eventos aleatorios sean tan exitosos comunicacionalmente?



Dejemos el morbo de lado por algunos instantes para entender un poco mejor un concepto muy básico que todos debemos tener en cuenta al comunicar: la probabilidad de que sucedan.

¿Saben cuántas personas mueren ahogadas cada año?

– Aproximadamente 320.000.

¿Saben cuántos millonarios mueren cada año?

– Por mis cuentas de panadero, algo cercano a los 60 mil.

¿Saben cuántos multimillonarios han muerto en un submarino improvisado con un joystick de videojuegos visitando el Titanic en los últimos 1.000 años?

– 5.

Creo que ya entendiste por donde va la cosa. Cuanto menos probable (más diferente y original) sea una noticia, una comunicación, una publicidad o lo que sea que quieras contar, mayor es la probabilidad de capturar la atención de los espectadores. Sin embargo, en la comunicación es cada vez más común que todo sea igual, que todas las marcas hagan lo mismo.

Lo cual me recuerda una vez cuando estábamos realizando una consultoría para una importante red del país y armamos una presentación que comenzaba con un juego:

Descargamos el contenido de Facebook e Instagram de esta marca y de su principal competidor, eliminamos los logos e invitamos a los ejecutivos y personal de marketing a adivinar cuál contenido era suyo y cuál era de la competencia. El resultado fue bochornoso. Se equivocaron en 7 de cada 10 anuncios.

Si ni ellos mismos podían diferenciar su comunicación de su principal competidor si no había un logo presente, imaginen a los consumidores. Consumidores que se han vuelto especialistas en ignorar la publicidad.

Ahora ya saben, cuando vayan a comunicar, tengan siempre en cuenta qué están haciendo para diferenciarse. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero estos son solo algunos pensamientos inciales.

Fuente: Amples Regiani – Pensamientos iniciales