«HAY QUE TRABAJAR EN DIVISIONES MENORES» -dicen todos, pero… -¡Hay que ganarle a los…

«HAY QUE
TRABAJAR EN
DIVISIONES
MENORES»
-dicen todos, pero…

-¡Hay que ganarle a los niños ricos!
-dijo alguien, en un tono donde había algo de envidia y desprecio.
Eso fue lo que escuché hace más de quince años, la primera vez que vi un equipo de la escuela de fútbol El Semillero entrar a una cancha.
Era un partido por la sub once, y ahí estaban esos niños vestidos de amarillo y azul.
En la orilla de la cancha sus padres alentaban cada jugada, ajenos a todo lo que no sean sus hijos.
Esa mañana El Semillero goleó, demostrando que los «niños ricos» también pueden e incluso, pueden más y mejor si se lo proponen.
Y bueno…
El tiempo pasa.
Hace poco, El Semillero cumplió veintiún años de vida institucional.
Pero…
Al igual que la mayoría de las escuelas privadas de fútbol, El Semillero afronta algunos problemas.
Uno de esos problemas es lidiar con la gente que no entiende, gente que no conoce lo que significa la empresa privada y el esfuerzo que significa.
En ese grupo están los administradores de las canchas municipales de fútbol, personas que quieren todo gratis pero en contrapartida ellos si cobran por el uso de las canchas.
Pero…
Ni por asomo invierten en las mismas.
Algo más:
Los campeonatos que estos grupos organizan son masivos y pagados, «eventos deportivos privados» donde el producto más vendido es la cerveza.
Y la pregunta es:
¿A que cuenta se van esos recursos, plata recaudada por los mencionados vecinos?
Eso es algo que en su momento El Semillero denunció públicamente y
en respuesta a esas denuncias, el Honorable Concejo Municipal de Santa Cruz determinó la suspensión de los cobros por concepto de alquileres de canchas municipales de fútbol.
Se suspendieron los pagos, hasta actualizar el Reglamento de Administración de Campos Deportivos Municipales.
También se determinó que los pagos vayan a cuentas municipales y no a cuentas particulares de vecinos, personas cercanas a la gestión municipal de turno como se venía haciendo.
– «Llevamos cuatro meses fuera de la cancha de Bancruz, ahí en Hamacas, la cancha en la entrenamos desde el día que empezamos hace veintiún años.»
-menciona Eduardo James presidente del Semillero.
Está claro que la escuela es víctima de una venganza política, alentada por los vecinos afectados por la legalidad.
Pero no todo es malo.
En todo este tiempo, El Semillero ha proyectado jugadores que han paseado su fútbol en equipos profesionales de todo el país y la selección boliviana, sin mencionar el aporte que la escuela hace a la sociedad y al deporte, impulsando la vida sana y la relación entre personas sin diferencias étnicas, sociales ni económicas.
Para destacar:
El Semillero impulsa un programa de becas para niños y jóvenes de escasos recursos y provincias.
Es un programa social propio, solventado con aportes publicitarios y benefactores deportivos.
Algo más:
La escuela de fútbol El Semillero, ejecuta programas radiales y material comunicacional, una iniciativa donde se hace énfasis en la prevención de vicios y se inculca la vida sana a través del fútbol.
En fin…
Por eso y mucho más…
Muchas felicidades a la Escuela de Fútbol El Semillero, un brindis por esos veintiún años cumplidos, con el deseo que vengan cincuenta más en beneficio de las divisiones menores de fútbol, un sector social donde hay que trabajar más y mejor en beneficio del fútbol boliviano.
¡Feliz cumple Semilleros!

El ESCRIBIDOR.



Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR