MI
ÍDOLO
RADIAL DE
NIÑO…
Con el
Auspicio
De:
#wjconsorciojuridico #widenjamesrivero
Nunca olvidaré la pequeña radio a pilas, esa cosita color azul que teníamos en casa.
De ella andaba colgado, mientras mamá decía desde su cocina:
– «No me vas a dejar sin pilas, tengo que escuchar «Natacha», a don Carlos Ibieta y las noticias de la Willy Bendeck…»
Era otra época.
El tiempo en que me sabía los nombres de todos los locutores.
Los ídolos que pude conocer, cuando yo también hice radio.
Él es uno de ellos.
Era mucha cosa escucharlo, con ese timbre de voz que a veces mamá confundía con su hermano.
Yo no…
Crecí escuchándolo, aprendiendo del oficio, a través de todos los programas que habían en la radio.
» Dos corazones en cita», era el momento en que nadie me quitaba el aparato, con la oreja pegada al parlante cuando las pilas ya morían.
En serio.
Siempre lo quise conocer.
Quería saber como era la cara que esa voz tenía.
Y así…
Con los años fui creciendo, y él y su leyenda también se hacían grandes.
Cuando se trataba de hacer denuncias, la gente sabía que la Willy Bendeck era la indicada.
Y ahí estaba él.
Firme, valiente, llamando las cosas por su nombre, y a quien le hiciera el saco que se lo chante…
Eso le copié y lo aplico hasta hoy.
Verán…
No lo conocía, hasta que un noche lo vi en la tele.
Esa voz inconfundible.
Ahí estaba mi ídolo de niño, la voz de la Willy Bendeck.
Era él…
Pero con la grandeza de su leyenda, llegaron sus días oscuros.
Pero esa, esa es otra historia.
Definitivamente, la historia del periodismo radial cruceño, tiene en él a uno de sus abanderados.
Muchísima gente le debe algo, porque cada día, a través de la radio, él hacía campañas de ayuda para alguien enfermo, alguien sin trabajo…
La función social que hizo la Willy Bendeck, después la radio Unión y finalmente la Andrés Ibañez es impagable.
Algo más.
«La voz del pueblo», un medio periodístico que causaba pitaí entre los corruptos, es otra obra suya y de su hermano Carlos.
Pero el tiempo pasó muy rápido.
Yo crecí y la vieja radio a pilas pasó al olvido, mamá no está y las radionovelas como Natacha ya son historia.
Y él…
Mi ídolo radial de niño también se hizo mayor…
La última vez que lo vi se me cayeron las lágrimas, y hasta se nota en la foto.
Fue en la tarde que fui entrevistado en su radio por mis libros y conferencias…
La tarde que mi ídolo radial dijo que admiraba mi trabajo…
La tarde que nos tomamos esta foto.
La tarde que me dijo que estaba enfermo, y que era un camino sin retorno.
Hoy supe, que ha desmejorado mucho desde entonces.
Y hoy lloro sin poder evitarlo, y no es por el maldito humo que nos invade.
Lloro, porque sé que se irá en algún momento.
Y solo puedo decirle gracias antes que se vaya.
Gracias por tanto…
Gracias a nombre de algún ingrato, ese que solo ve la equivocación y no el tremendo bien que hizo.
Por eso le digo…
Gracias don Jorge Limpias Jordán.
Gracias por ser mi ídolo radial de siempre, gracias por esos hermosos días de radio…
Un abrazo, y mi eterno respeto a su persona:
El ESCRIBIDOR.
Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR