DE
VUELTA
A CLASES…
Con el auspicio de:
#wjconsorciojuridico #widenjamesrivero
Los padres sonríen aliviados.
Desde finales de noviembre tuvieron cerca al peladingo chinchi, ese que no está quieto y da batería todo el día.
Y claro..
No tendrán en casa, a la adolescente aburrida que apenas tiene aliento pa’ saludar y no suelta el teléfono.
Vuelven las clases y…
Los micros estarán repletos con el infaltable: «Estudiantes, dar asiento a los mayores».
… Y los chóferes se harán los burros, para no ver a los muchachos que levantan el brazo en la esquina, y todo porque pagan menos quintos y ocupan más espacio .
Y claro…
En las puertas de colegios particulares el tráfico se volverá un desastre, porque los padres no pueden estacionar en otro lugar que no sea la entrada del establecimiento, y todo para que sus gordos hijos no se cansen caminando.
Y los maestros…
No puej.
Ellos son otra cosa.
El maestro esperará a su treintena de hijos, porque los extrañó en las vacaciones.
Las maestras de inicial amanecerán cortando infinidad de papelitos y gomitas para enriquecer sus clases.
Otros escucharán las «sugerencias» de las juntas de padres para mejorar el trabajo educativo y todos serán soqueteados por las determinaciones y novedades que el ministerio de educación suelta cada inicio de año.
Pero…
Nadie notará el agotamiento del maestro.
El cansancio de bregar con treinta cerebros diferentes…
El fastidio de lidiar con padres «exigentes» que los denuncian, porque tuvieron la desfachatez y atrevimiento de corregir a sus hijos flojos o malcriadazos.
Empiezan las clases y es posible que veamos maestros en alguna marcha, reclamando mejores sueldos de parte del gobierno.
Así nomaj…
Empiezan las clases y exigen el uso de barbijo por seguridad ante el COVID, mientras que fuera del aula, millones de borrachos cantan, bailan y beben como cosacos en «la fiesta grande», patrimonio de fabricantes de trago a quienes les importa un bledo el tal COVID y ñañacas similares…
En fin.
Gracias maestros por hacer mucho con poco.
Que sea un buen año escolar para todos.
El ESCRIBIDOR.
Fuente: Párraga Jose – El ESCRIBIDOR