Jeanine Añez: Arce niega la profunda crisis en Bolivia siendo coautor del desastre

Arce niega la profunda crisis en Bolivia siendo coautor del desastre
El gobierno de Luis Arce negará la crisis económica en Bolivia hasta el fin de los días del MAS en el poder, así lo hicieron Hugo Chávez en Venezuela, los Kirchner en Argentina, los Castro en Cuba, y lo siguen haciendo Nicolás Maduro, Díaz Canel; Lula en Brasil, Ortega en Nicaragua. Todos países bajo regímenes instruidos por el Grupo de Puebla para someter a la ciudadanía a violaciones permanentes a sus derechos y empobrecer cada vez más su economía.
El manual del socialismo del siglo XXI fracasado arrastra a los pueblos a dolorosos partos migratorios, impensados hace dos décadas en América del Sur. Siguen el modelo cubano de expulsión de sus nacionales, donde la elección es morir por falta de oportunidades en su país o arriesgarse a morir en el mar tras el sueño de una vida menos denigrante.
Las familias se ven obligadas a abandonar lo poco que tienen y su forma de vida, a dividirse sin otra opción que buscar mejores condiciones en otros países. En Bolivia, si antes muchos se iban por el sueño americano o europeo de ganar mejor para enviar remesas a los que se quedaban, hoy el régimen del MAS lo que ha conseguido es más gente empujada al ilícito y a la ilegalidad. Quieren imponer la premisa de que para “vivir bien”, hay que ser masista, empleado público, corrupto o narco.
El MAS dilapidó las reservas internacionales desde su primer gobierno y los mismos personajes: Evo Morales y Luis Arce Catacora, ambos responsables de la Presidencia de Bolivia y del Ministerio de Economía desde hace 19 años. Esas reservas internacionales fueron producto de las políticas públicas anticomunistas que luego ellos derrocharon como Chávez y Maduro en Venezuela.
La escasez de diesel con importaciones insuficientes, la falta de dólares para el intercambio comercial internacional, la disminución de los ingresos del gas por haber sido incapaces de invertir en nuevas exploraciones a su debido tiempo, el incremento de la deuda pública para sostener una administración pública deficitaria, deficiente, hipernumeraria y obstaculizadora del ciudadano de a pie y de la pequeña, mediana y gran empresa, la irresponsable liberación de la minería ilegal, la delictiva destrucción de los ríos, bosques y tierras por contaminación y deforestación, la frustración de los nuevos profesionales que tampoco encuentran trabajo, el país en manos del contrabando y la informalidad que se imponen como las actividades de mayor ocupación de la población boliviana, las inútiles políticas públicas para frenar los feminicidios y cambiar la cultura de violencia hacia las mujeres, cultura que es propiciada por las propias autoridades en la impunidad, los asesinatos casi diarios en la frontera boliviana por parte de sicarios relacionados al narcotráfico, las muertes diarias de cientos de bolivianos en las carreteras y las calles provocadas por la irresponsabilidad de conductores incapacitados para estar a cargo de transporte público o cualquier vehículo convertido en máquina de matar, un aparato judicial convertido en sistema de persecución, extorsión, sicariato, donde pobre del ciudadano que cae en su red de injusticia interminable… Como interminable es la lista si hablamos de la tragedia en la salud pública y cualquier sector que se analice.
Los bolivianos no merecemos vivir en la angustia de una tierra de nadie. El MAS se ha convertido en una agencia de empleos que contrata a militantes para cumplir órdenes partidarias, no servicio público. Ponen trabas a quien emprende y cumple las leyes.
El presidente está más ocupado en su campaña de reelección y en negar la crisis, que en ponerle punto final al narcotráfico, a la violencia hacia las mujeres, a la pérdida de vidas en las calles y carreteras, al contrabando, a la informalidad, a la aprobación de créditos para solventar el déficit fiscal, al avasallamiento de los órganos de Estado donde se vulnera la Constitución a diario y los derechos de los bolivianos.
Bolivia está en total indefensión y la crisis de credibilidad internacional en las políticas deplorables del Estado profundizan la grave situación del país.
Jeanine Añez Chávez
Ex Presidente Constitucional de Bolivia y presa política del régimen del MAS.